La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) condenó este martes la violencia en una cárcel de Ecuador donde murieron 20 reclusos, cinco de ellos mutilados, y pidió al gobierno que lo investique porque es su "deber".
El domingo estalló un enfrentamiento en la cárcel de El Turi, en la ciudad andina de Cuenca (sur), debido a que "una organización quiere tener el poder absoluto" en el centro, según el ministro del Interior ecuatoriano, Patricio Carrillo.
la CIDH denuncia "los actos de violencia que resultaron en más de 80 víctimas", en un tuit en el que no aclara si son muertos o heridos. Oficialmente se ha comunicado el saldo de 20 muertos.
"Se recuerda el deber del Estado de garantizar la vida y seguridad de las #PersonasPrivadasDeLibertad", afirma la organización, que pide al gobierno del presidente Guillermo Lasso que adopte "medidas necesarias y proporcionadas para garantizar los derechos humanos".
La CIDH, un órgano de la Organización de los Estados Americanos (OEA), se solidariza con las familias de las víctimas y en general urge al Estado a "investigar de oficio y de forma rápida, seria e imparcial, e implementar acciones para evitar la repetición de los hechos de violencia en los centros de privación de libertad".
El año pasado, las cárceles ecuatorianas fueron escenario de cruentos enfrentamientos que dejaron más de 320 muertos.
En las 65 prisiones de Ecuador, con capacidad para unas 30.000 personas, hay unos 39.000 presos (30% de sobrepoblación), de los que 15.000 siguen a la espera de una sentencia.
Las autoridades consideran que las masacres son producto de enfrentamientos entre bandas criminales que se disputan territorios para la venta de droga dentro y fuera de las cárceles, y que están relacionadas con el narcotráfico internacional.
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