El presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, comparó este martes la guerra en su país con la masacre de Guernica, la pequeña localidad del País Vasco español bombardeada en 1937 por la aviación nazi en apoyo a las tropas franquistas durante la Guerra Civil española.
"Estamos en abril de 2022, pero parece que estamos en abril de 1937 cuando todo el mundo se enteró (de lo que pasó) en una de sus ciudades, Guernica", afirmó el presidente ucraniano durante una intervención por videoconferencia difundida en directo en el Congreso de Diputados español.
La masacre de Guernica, bombardeada por la Legión Cóndor alemana, inauguró la era de los ataques aéreos masivos sobre civiles y fue inmortalizada por el pintor Pablo Picasso en una de las obras más famosas del mundo, convertida en un símbolo universal contra la guerra.
La intervención del presidente de Ucrania ante los legisladores y el gobierno de España duró unos diez minutos y recibió una intensa ovación por parte de un hemiciclo repleto.
"Nunca pensamos, como bien lo ha dicho el presidente Zelenski, que volveríamos a ver en suelo europeo imágenes de bombardeos y matanzas contra poblaciones civiles inocentes", subrayó el presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, en una breve alocución tras la de Zelenski.
Sánchez afirmó que su país continuará "enviando equipamiento militar para que Ucrania" se defienda y que respaldará la petición de Kiev de adherirse a la Unión Europea.
La difusión en los medios internacionales de imágenes tomadas en la localidad ucraniana de Bucha, mostrando cadáveres en las calles, algunos con las manos atadas o parcialmente quemados, así como de fosas comunes, ha provocado una ola de indignación internacional.
Las autoridades ucranianas acusan a los soldados rusos de haber masacrado a civiles, mientras que Moscú lo niega y señala a las autoridades ucranianas de haber orquestado una puesta en escena.
El 26 de abril de 1937, el municipio de Guernica fue bombardeado en pleno día mercado, nueve meses después de que arrancara la Guerra Civil en España (1936-1939) con el levantamiento de militares "nacionalistas" contra al gobierno izquierdista de la República.
Guernica -cuna histórica de un nacionalismo vasco que el jefe de las tropas sublevadas, Francisco Franco, pretendía erradicar- se convirtió en la primera ciudad de la historia que fue destruida por un ataque aéreo dirigido contra civiles.
El balance mortal de estos bombardeos varía de forma importante entre las fuentes.
Mientras las autoridades vascas cifran los fallecidos en 1.654, recuentos de historiadores los sitúan entre 150 y 300 muertos.
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