Las autoridades federales de salud de Estados Unidos cancelaron el miércoles las advertencias que habían emitido sobre los viajes en crucero desde que comenzó la pandemia de COVID-19, dejándole a los vacacionistas la decisión de si se sienten seguros de subir a un barco o no.
Los operadores de los cruceros recibieron con beneplácito el anuncio, emitido en un momento en que muchas personas están pensando en sus vacaciones de verano.
Un grupo empresarial del sector dijo que la decisión de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC por sus siglas en inglés) valida las medidas que han tomado los propietarios de los barcos, las cuales incluyen requerir que los tripulantes y la mayoría de los pasajeros estén vacunados contra el virus.
Los CDC retiraron el “aviso de salud para viajar en crucero” en relación al COVID-19, el cual fue emitido por primera vez en marzo de 2020 debido a los brotes del coronavirus en varios buques en diversas partes del mundo.
Sin embargo, la agencia manifestó sus reservas con respecto a realizar viajes en crucero.
“Aunque hacer viajes en crucero siempre entrañará cierto riesgo de transmisión del COVID-19, los viajeros efectuarán su propia valoración del riesgo cuando opten por viajar en un crucero, en forma similar a la que realizan en todos los otros entornos de viaje”, dijo Dave Daigle, portavoz de los CDC, en un correo electrónico.
Daigle señaló que la decisión de los CDC estuvo fundamentada en “el estado actual de la pandemia y la disminución de los casos de COVID-19 a bordo de los cruceros en las últimas semanas”.
Los casos de COVID-19 en Estados Unidos han estado bajando desde mediados de enero, aunque la declinación se ha desacelerado en las últimas semanas, y el promedio móvil diario actual de siete días de casos nuevos en el país se ha mantenido casi invariable respecto al de hace dos semanas, según cifras de la Universidad Johns Hopkins. Los estados han anulado los mandatos sobre el uso de mascarillas, lo que ha su vez ha apremiado a las autoridades federales a disminuir las restricciones relacionadas con el virus.
Se siguen reportando brotes en cruceros, los cuales efectúan pruebas al azar antes de que los recorridos lleguen a su fin.
El domingo, un barco de Princess Cruises que regresaba del Canal de Panamá tuvo “varios" pasajeros que dieron positivo al virus. Princess Cruises indicó que todas las personas afectadas mostraron síntomas leves o ninguno, y que todos los tripulantes y los pasajeros estaban vacunados. Aproximadamente una docena de pasajeros dieron positivo antes de que el mismo barco atracara en San Francisco en enero.
Los operadores están obligados a avisar a los CDC sobre casos del virus a bordo de los barcos. La agencia tiene un sistema de código de colores para clasificar los buques sobre la base del porcentaje de pasajeros que hayan dado positivo. Los CDC dijeron que ese sistema continúa vigente.
Los operadores de los cruceros se han quejado desde el comienzo de la pandemia que su sector en especial fue cerrado y se le impusieron restricciones más severas por el COVID-19 que a otros, incluidas las aerolíneas.
La Asociación Internacional de Líneas de Cruceros (CLIA por sus siglas en inglés) dijo en un comunicado que la decisión de los CDC de retirar sus advertencias de salud “reconoce las medidas públicas eficaces dispuestas para los cruceros y comienza a nivelar el campo de juego entre los cruceros e instalaciones similares situadas en tierra”.