SAN JOSÉ (AP) — El rostro de alivio de Christian Pulisic y Tyler Adams era evidente mientras salían del Estadio Nacional de Costa Rica para tomar un vuelo fletado a Europa para volver con sus clubes.
“Esto es lo que siempre he querido y de momentos las emociones son descontroladas", dijo Pulisic con la voz temblorosa.
El técnico Gregg Berhalter corrió para tomar un vuelo a Nueva York y después viajar 12 horas y media para el sorteo a la Copa Mundial el viernes en Doha.
Reponerse del pasado y alistarse para el futuro fueron de la mano cuando Estados Unidos confirmó su lugar en el Mundial.
Para Pulisic, DeAndre Yedlin, Kellyn Acosta y Paul Arriola, que estuvieron en el seleccionado que naufragó en Trinidad hace cuatro años y medio, el dolor apenas se disipó. La derrota 2-0 el miércoles ante Costa Rica fue desalentadora, pero al momento que ingresaron al vestuario del Estadio Nacional, la atención estaba en el logro de volver a la máxima cita del fútbol desde 2014.
“Somos el equipo más joven en clasificarse a una Copa Mundial, el equipo más joven de Estados Unidos”, reconoció Berhalter. “Es un gran logro para los chicos”.
Viajaron un total de 40.300 kilómetros en vuelos fletados durante el octagonal final. En total, fueron 114 jugadores que han estado con la selección desde Trinidad, 88 con Berhalter, quien fue contratado en diciembre de 2018.
De 23 años, Pulisic, Adams y Weston McKennie son los líderes. Sergiño Dest y Antonee Robinson son laterales de gran proyección ofensiva. Gio Reyna, de 19 años, aporta generación de juego al igual que lo hizo su padre hace décadas.
El mediocampo y los extremos son los puntos fuertes del equipo. Pulisic anotó cinco de los 21 goles del equipo, McKennie, Brenden Aaronson y Robinson, dos cada uno.
“Podemos hacer mucho daño”, advirtió Pulisic. “Creo que somos un grupo seguro de sí mismo y creo que el país nos apoyará y daremos todo”.