Países piden nueva reunión sobre biodiversidad en Nairobi antes de cita de la ONU

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Los países firmantes de la Convención sobre Biodiversidad propusieron celebrar una reunión adicional en junio en Nairobi, antes de clausurar el martes las negociaciones en Ginebra sobre la preservación de la diversidad biológica.

Hace dos años, decenas de jefes de Estado y de gobierno prometieron proteger la naturaleza para 2030, pero este compromiso político encuentra muchos obstáculos para traducirse en resultados concretos.

Reunidos en Suiza desde el 14 de marzo, negociadores de los países firmantes de la Convención para la Biodiversidad Biológica (CDB), entre los que encuentran todos los de Latinoamérica, la Unión Europea, China y Rusia pero no Estados Unidos, intentan completar la parte técnico-científica del pacto, así como las deliberaciones políticas.

Es la primera reunión presencial desde febrero de 2020 y la misión se preveía complicada, ya que la biodiversidad se ve afectada por muchas actividades humanas, entre ellas la agricultura intensiva, la extracción minera, la pesca excesiva, urbanización galopante...

"La biodiversidad no se limita a un área. Está en todas partes, es la vida", resume el ghanés Alfred Oteng-Yeboah.

Tras el fracaso de los miembros de la CDB de cumplir con sus compromisos para la década pasada, la negociación actual "es nuestra última oportunidad", explica.

El covid-19 supuso un desafío suplementario. La CDB "atravesó un periodo sin precedentes en su historia con el impacto de la pandemia", dijo su secretaria ejecutiva Elizabeth Maruma Mrema en Ginebra.

Las negociaciones por videoconferencia dieron lugar a un texto preparatorio que es la base de las discusiones en la ciudad suiza. Otros dos órganos, los consejos científico y de aplicación de decisiones, también se reunieron. El resultado ha sido una agenda muy cargada, según un participante.

Diez días de trabajo intenso permitieron a las delegaciones poner sobre la mesa sus ideas, sin llegar a resumirlas para bosquejar un consenso, estima Brian O'Donnell, director de la oenegé Campaign for Nature. El trabajo "está hecho a medias".

"Tenemos que pasar a las negociaciones", insistió la representante de Nueva Zelanda en la sesión plenaria de clausura, mientras que otras delegaciones subrayaron la importancia de los trabajos pendientes.

- Más tiempo -

Los delegados concluyeron que necesitan más tiempo para ponerse de acuerdo sobre un texto que deberá ser adoptado en la COP15 de la ONU sobre la Convención de Biodiversidad, que se celebrará este año en Kunming, en el sur de China, posiblemente a fines de agosto o principios de septiembre según varias fuentes.

Para ello, los países sugirieron celebrar una nueva reunión en la capital de Kenia del 21 al 26 de junio para "continuar las negociaciones" sobre el texto y otros temas, según un documento en el sitio web de la COP15.

El objetivo más emblemático es la protección del 30% de las tierras y océanos a nivel mundial para 2030. Es apoyado por cada vez más países, más de 90 actualmente.

Según fuentes cercanas a las negociaciones, Sudáfrica y China tienen dudas al respecto, mientras que Brasil defendería la idea de un objetivo nacional en lugar de mundial.

Todo el mundo está de acuerdo en decir que es necesario volcar más dinero para proteger la biodiversidad, pero las opiniones son diversas en cuanto a los montos y la fuente de esa financiación.

En la sesión plenaria de clausura, el grupo africano, representado por Gabón, Brasil, India, Pakistán, Argentina y otros países latinoamericanos, pidió a los países desarrollados que aporten "al menos 100.000 millones de dólares al año inicialmente y más adelante 700.000 millones de dólares al año para 2030" para los países en desarrollo.

Países desarrollados están dispuestos a dar más dinero, pero no tanto. Defienden más bien la idea de movilizar todos los recursos, nacionales, ayuda pública al desarrollo, fondos privados.

Brasil y países africanos reclaman además un nuevo fondo, ya que juzgan que el actual Fondo Mundial para el Medio Ambiente (FMAM) es poco eficiente. Pero los países del norte se oponen.

De todos modos, va a ser necesario ayudar a las naciones en desarrollo, que albergan gran parte de lo que queda de biodiversidad, argumenta un delegado de América Latina.

"Para superar este obstáculo, es necesario de manera urgente un proceso para instaurar la confianza" desde ahora hasta la COP15, comenta la organización civil global estadounidense Avaaz, que se pregunta como muchos sobre la posición de la presidencia china. Si Pekín no quiere ocuparse del tema, "debería confiar la tarea a otro. No podemos esperar más", afirma la oenegé.

klm/mas/mar/es/sag/mb

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