¿Alguna vez le llamó la atención que los tulipanes continúan creciendo incluso cuando han sido cortados y se encuentran en un florero? Esto hace que un ramo bien armado vaya perdiendo su forma. A algunos les parece bonito, mientras que a otros les molesta este fenómeno. Pero existe una manera de detener el crecimiento. Para lograrlo, se introduce una aguja a través del tallo, justo por debajo del capullo. Así lo señala iBulb, una asociación de empresas del sector de las plantas bulbosas. Elongación celular en lugar de división celular Este crecimiento se explica a partir de una capacidad de los tulipanes que se denomina elongación celular. En lugar de crecer como los humanos a partir de la división celular y formación de nuevas células, los tulipanes llenan sus células con agua. Así, en pocos días, los tallos de las flores pueden llegar a ser varios centímetros más largos. La hormona del crecimiento auxina permite que las células sean tan flexibles y elásticas. También otras plantas poseen esta capacidad, como por ejemplo los gladiolos, los narcisos y la amarilis. Cómo lograr que los tulipanes mustios vuelvan a erguirse Esta capacidad asimismo nos ayuda cuando compramos tulipanes y en el camino a casa se ponen mustios. Los expertos recomiendan envolver las flores firmemente en papel de diario y colocarlas durante la noche en agua. Entonces las células se llenan de agua y los tallos se enderezan. Después de haberlos comprado, para que los tulipanes puedan absorber suficiente agua, se recomienda recortar los tallos de forma oblicua con un cuchillo filoso y limpio. Asimismo, los expertos en tulipanes de iBulb aconsejan colocar la vasija con las flores inicialmente en un lugar oscuro, donde absorberán el agua y podrán habituarse a la temperatura ambiente. Estas plantas, que florecen en primavera, necesitan además todos los días agua fresca del grifo a temperatura ambiente. dpa