Por Pavel Polityuk
LEÓPOLIS, Ucrania, 28 mar (Reuters) -Ucrania y Rusia se preparaban el lunes para las primeras conversaciones de paz cara a cara en más de dos semanas, mientras Kiev insistía en que no haría concesiones en cuanto a la integridad territorial de Ucrania, en un momento en que la dinámica del campo de batalla ha cambiado a su favor.
Representantes ucranianos minimizaron las probabilidades de un gran avance en las conversaciones, que se celebrarán en Estambul después de que el presidente turco Tayyip Erdogan habló el domingo con el ruso Vladimir Putin.
Sin embargo, el hecho de que se celebren en persona -por primera vez desde una agria reunión entre los ministros de Asuntos Exteriores de ambos países el 10 de marzo- es una señal de los cambios que se están produciendo entre bastidores a medida que la invasión rusa se va empantanando.
Sobre el terreno, no había señales de respiro para los civiles en las ciudades asediadas, especialmente el devastado puerto de Mariúpol, cuyo alcalde dijo que 160.000 personas seguían atrapadas en su interior, y acusó a Rusia de hacer imposible su evacuación.
El Kremlin, por su parte, se mostró alarmado por los comentarios del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, que dijo durante un discurso el sábado que Putin no debe seguir en el poder.
En Járkov, la segunda ciudad más grande de Ucrania y una de las más afectadas, la gente barría los escombros de un aula en el tercer piso de una escuela, donde una pared había sido volada por un misil antes del amanecer.
"Este es un objetivo civil. Es una escuela. No han podido tomar la ciudad, así que han decidido destruirla", dijo Oleksandr, que se había refugiado con su madre en un piso inferior de la escuela después de que su barrio fue alcanzado.
"Lo que están haciendo ahora los rusos, ni siquiera los fascistas lo hacían", agregó.
CONVERSACIONES
Un alto cargo turco dijo que las conversaciones de Estambul comenzarían el lunes, pero el Kremlin dijo más tarde que no es probable que empiecen hasta el martes, y añadió que es importante que tengan lugar cara a cara a pesar de los escasos avances hasta el momento.
Responsables ucranianos han sugerido en repetidas ocasiones en las últimas semanas que creen que Rusia podría estar ahora más dispuesta a ceder, ya que cualquier esperanza que Moscú pueda tener de imponer un nuevo Gobierno en Kiev se desvaneció ante la dura resistencia ucraniana y las fuertes pérdidas rusas.
La última vez que las dos partes se reunieron en persona, Ucrania acusó al ministro de Asuntos Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, de ignorar sus peticiones para discutir un alto el fuego, mientras que Lavrov dijo que el cese de las hostilidades ni siquiera estaba en la agenda.
Desde entonces, se han reunido en repetidas ocasiones por videoconferencia, en lugar de hacerlo cara a cara.
Ambas partes han abordado públicamente los avances en una fórmula diplomática según la cual Ucrania podría aceptar algún tipo de estatus neutral formal.
Pero ninguno de los dos ha cedido en cuanto a las demandas territoriales de Rusia, que incluyen Crimea, península que Moscú capturó por la fuerza y se anexionó en 2014, y los territorios orientales de la región del Dombás, que Moscú exige que Kiev ceda a los separatistas.
"No creo que haya ningún avance en las cuestiones principales", dijo el lunes el asesor del Ministerio del Interior ucraniano, Vadym Denysenko.
En una entrevista con periodistas rusos el fin de semana, el presidente ucraniano, Volodímir Zelenskiy, mencionó alguna forma de concesión respecto del Dombás, aunque no sugirió que esto pudiera implicar la cesión del territorio. En sus últimos comentarios, dejó claro que la "integridad territorial" sigue siendo la prioridad de Kiev en las conversaciones.
PALABRAS DE BIDEN SON "ALARMANTES"
El Kremlin, que suele denunciar a Occidente por Ucrania en términos contundentes, sólo ha dado hasta ahora una respuesta comedida al sorprendente llamado de Biden el fin de semana para poner fin a los 22 años de gobierno de Putin, quizá para no llamar la atención.
"Por el amor de Dios, este hombre no puede seguir en el poder", dijo Biden el sábado al final de un discurso ante una multitud en Varsovia. Washington y la OTAN dicen que destituir a Putin no es la política de Estados Unidos ni de la alianza, y el domingo Biden dijo que no estaba pidiendo un cambio de régimen.
Preguntado el lunes sobre el comentario de Biden, el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, dijo: "Se trata de una declaración ciertamente alarmante".
"Seguiremos las declaraciones del presidente estadounidense de la manera más atenta", dijo Peskov a periodistas, que antes había dicho que correspondía al pueblo ruso elegir a su líder.
Rusia califica sus acciones en Ucrania de "operación militar especial" para desarmar y "desnazificar" a su vecino. Kiev y Occidente lo consideran un pretexto para una invasión no provocada.
Desde el principio, los países occidentales dijeron que creían que el verdadero objetivo de Rusia era derrocar rápidamente al gobierno de Kiev, algo que Moscú no consiguió ante la fuerte resistencia ucraniana, lo que posteriormente provocó enormes pérdidas rusas.
La semana pasada, las fuerzas ucranianas pasaron a la ofensiva, haciendo retroceder a las tropas rusas en zonas cercanas a Kiev, en el noreste y el suroeste.
Mientras tanto, Rusia ha mantenido la presión en el sureste, cerca de las zonas separatistas, incluyendo su devastador asedio al puerto de Mariúpol, arrasado mientras decenas de miles de civiles permanecen atrapados en su interior desde hace semanas.
El alcalde de la ciudad, Vadym Boichenko, que escapó de la ciudad y habló desde un lugar no revelado, dijo que 160.000 civiles siguen atrapados, sin calefacción ni electricidad. Veintiséis autobuses esperaban para evacuarlos, pero las fuerzas rusas no habían accedido a darles un corredor seguro.
"La situación en la ciudad sigue siendo difícil. La gente está más allá de la línea de la catástrofe humanitaria", dijo Boichenko en la televisión nacional. "Tenemos que evacuar completamente a Mariúpol".
La vice primera ministra ucraniana, Iryna Vereshchuk, dijo que no está previsto abrir corredores para evacuar a los civiles de las ciudades asediadas el lunes, debido a los informes de inteligencia sobre posibles "provocaciones" rusas en las rutas.
En otros lugares, las columnas acorazadas rusas están atascadas, con problemas para reabastecerse y con escasos o nulos avances, a pesar de que están bombardeando zonas residenciales.
"A día de hoy, el enemigo está reagrupando sus fuerzas, pero no puede avanzar en ninguna parte de Ucrania", declaró el lunes el viceministro de Defensa ucraniano, Hanna Malyar.
(Información de redacciones de Reuters; redacción de Peter Graff; traducido por José Muñoz, Tomás Cobos y Javier López de Lérida)