BARRANQUILLA, Colombia (AP) — Una Colombia peleada con el gol tuvo una tórrida reconciliación con éste y con las aspiraciones de avanzar a la Copa Mundial por la vía del repechaje, al aplastar el jueves 3-0 a una inoperante Bolivia.
Luis Díaz abrió el marcador en el estadio Metropolitano Roberto Meléndez de Barranquilla a los 39 minutos de un partido en el que brilló también con una asistencia.
“Gracias a los hinchas que asistieron, nos dieron el apoyo que necesitábamos. Nosotros seguimos creyendo y ellos también”, indicó Díaz.
Acabó así con la maldición del selección colombiana, que se había ido en blanco durante sus siete partidos anteriores de la eliminatoria y dejó seriamente comprometidas sus oportunidades de clasificación a un tercer Mundial consecutivo.
Miguel Ángel Borja amplió la ventaja a los 72 minutos y Matheus Uribe hizo el tercero a los 90 para asegurar el triunfo de Colombia, que con 20 unidades trepó al sexto sitio de la eliminatoria, un punto y un sitio por debajo del que ocupa Perú y que otorga la posibilidad de disputar el repechaje intercontinental contra una selección asiática como puerta de acceso a Qatar.
Los dirigidos por Reinaldo Rueda cierran el martes, de visita en Venezuela, donde buscarán sumar y ser favorecida por las combinaciones de resultados que involucren a Perú y también a Chile, que marcha con 19 unidades y disputa también el pasaje a la repesca.
No hay ya otra vía posible de acceso al Mundial para las selecciones sudamericanas. En la jornada, Ecuador y Uruguay aseguraron sus lugares, uniéndose a Brasil y Argentina.
“Seguimos en una situación difícil, con la ilusión de que dimos un paso importante por lo que veníamos enfrentando las últimas semanas”, comentó Rueda. "Somos conscientes de que dependemos de otros resultados y tenemos que trabajar con intensidad para lo que será el próximo juego”.
Bolivia llegó prácticamente eliminada al compromiso y terminó de sepultar sus posibilidades. Es ahora penúltima entre las 10 selecciones sudamericanas.
Colombia llegó al duelo del jueves con la necesidad de ganar y para ello dispuso el once más ofensivo que se recuerde en la era de Rueda.
Los locales salieron a mandar desde el comienzo del encuentro, con una formación en la que sólo usaron un mediocentro, Gustavo Cuéllar, mientras el resto de las piezas del mediocampo hacia delante tenían características de ataque.
James Rodríguez tomó el control en la zona de volantes, junto con Juan Guillermo Cuadrado. Esta vez se desempeñaron como interiores.
Con ello, Colombia monopolizó la posesión en el primer período (75%) y realizó 10 remates, cuatro de ellos a puerta, aunque durante un tramo del choque siguió echando en falta una mayor presencia en el área ante el bloque defensivo de la “Verde”, que se limitó a resguardarse en un bloque bajo.
Hasta que apareció Díaz, el extremo del Liverpool, quien recibió un pase de Cuadrado en la punta izquierda, hizo su acostumbrada diagonal hacia adentro para quitarse la marca del lateral Marc Enoumba y definió al palo largo para batir la resistencia boliviana.
“Esas son mis características, tratar de buscar el uno contra uno y el espacio para luego buscar el remate”, comentó Díaz. “Me voy feliz por haber podido ayudar a la selección”.
El tanto, celebrado por unas 30.000 personas, dejó en 685 minutos la sequía de Colombia.
Los Cafeteros siguieron llevando la iniciativa en el segundo tiempo y aumentaron su dominio con el ingreso del volante Juan Fernando Quintero y el delantero Borja.
Precisamente, el atacante del Junior de Barranquilla fue el encargado de aumentar la diferencia, de cabeza y luego de un centro preciso de Díaz.
“Todos somos compañeros y al que esté mejor posicionado hay que asistirle, como hice con Miguel (Borja), que entró muy bien al partido”, explicó Díaz.
Uribe decretó la paliza propinada por Colombia, que equilibró su balance goleador en las eliminatorias, con 19 tantos a favor y otros tantos en contra.
La única mala noticia de la jornada para los Cafeteros fue la amonestación que recibió Cuadrado, la cual le impedirá estar en el partido del martes en Puerto Ordaz.
“Teníamos un riesgo altísimo en el diseño de la convocatoria. Hoy teníamos 13 jugadores con tarjeta amarilla", dijo Rueda. "Lo de Juan Guillermo es una pena porque podríamos haberlo evitado. Vamos a trabajar estos días para encontrar la solución para enfrentar a Venezuela”.