Armenia advirtió este jueves de una "catástrofe humanitaria" en Nagorno Karabaj, región separatista de Azerbaiyán apoyada por Ereván, cuyo suministro de gas, indispensable para la calefacción, fue suspendido.
El primer ministro armenio, Nikol Pashinyan, advirtió este jueves que la región, confrontada a bajas temperaturas, estaba "al borde de una catástrofe humanitaria".
"Esto demuestra claramente que la política de Azerbaiyán hacia los armenios de Karabaj es hacerles la vida imposible en su propia tierra", dijo en una reunión del gobierno.
Entre 25.000 y 120.000 armenios viven en Nagorno Karabaj.
El suministro de gas fue suspendido el sábado, al día siguiente de la finalización de las obras de reparación de un gasoducto procedente de Armenia.
El gobierno de Armenia acusa a Azerbaiyán de privar deliberadamente de gas a la población armenia de Karabaj, acusaciones que según las autoridades azerbaiyanas son "infundadas".
"Azerbaiyán aterroriza a nuestra población para que la gente se vaya de Karabaj. Es inaceptable e inhumano", aseguró la portavoz de las autoridades separatistas de Nagorno Karabaj, Lusiné Avanesian.
La Unión Europea señaló el miércoles que había una "necesidad urgente de garantizar una reanudación inmediata del suministro de gas a la población local afectada".
Poblada mayoritariamente de armenios, la región montañosa de Nagorno Karabaj se separó de Azerbaiyán cuando la Unión Soviética se derrumbó, desatando una primera guerra en los años 1990 que provocó unas 30.000 muertes y cientos de miles de refugiados.
Un nuevo conflicto estalló en 2020, que dejó más de 6.500 muertos en seis semanas y terminó con una derrota de Armenia, que tuvo que ceder varias regiones alrededor de Nagorno Karabaj.
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