Nairobi, 22 mar Centenares de críticos del Gobierno de Uganda, simpatizantes de la oposición y manifestantes pacíficos, entre otros, han sufrido torturas y detenciones ilegales a manos de las fuerzas de seguridad entre 2018 y 2021 en ese país africano, denunció hoy Human Rights Watch (HRW) en un nuevo informe. "El Gobierno de Uganda ha tolerado los descarados arrestos arbitrarios, la detención ilegal y los abusos de los detenidos por parte de sus funcionarios", lamentó el investigador de HRW en Uganda, Oryem Nyeko, quien participó en esta investigación. Aunque las autoridades ugandesas en ocasiones reconocieron estos abusos, señaló la ONG pro derechos humanos, han hecho pocos esfuerzos para ofrecer justicia a las víctimas y sus familiares, incluso cuando se enfrentan a problemas físicos, mentales o económicos. "Son necesarias medidas urgentes para ayudar a las víctimas, hacer que los agentes de seguridad abusivos rindan cuentas y terminar con la impunidad e injusticia", añadió Nyeko. El informe de 98 páginas, titulado "'Solo necesito justicia': detención ilegal y abuso en lugares de detención no autorizados en Uganda", se basa en entrevistas a más de treinta exdetenidos. Esas personas describieron cómo, después de que los agentes de seguridad les obligasen a subir a punta de pistola a vehículos sin identificación, les recluyeron en salas subterráneas del edificio del Parlamento, cuarteles, una isla del lago Victoria y otros centros de detención improvisados. Allí -donde no pudieron hablar ni con familiares ni abogados-, los exdetenidos aseguraron haber sido torturados con golpes, descargas eléctricas o con inyecciones de sustancias no identificadas. Asimismo, algunas mujeres y hombres sufrieron violaciones y torturas sexuales durante su detención. Además, en casi todos los casos, las personas entrevistadas alegaron que les extorsionaron y les pidieron a ellas o a sus familiares dinero para poder ser liberadas. Según esta organización pro derechos humanos, la frecuencia y el número de este tipo de detenciones y abusos aumentó durante los dos meses anteriores a las elecciones generales de enero de 2021, y persistió durante los posteriores. "Si bien las autoridades liberaron a algunos de los detenidos durante el último año, no se ha revelado el paradero de muchos", subrayó HRW. Los agentes de seguridad acusaron a algunos detenidos de conspirar para asesinar o espiar a altos funcionarios del Gobierno del presidente Yoweri Museveni, en el poder desde 1986, así como de ser cómplices de rivales que presuntamente buscaban destituir al mandatario. Nyeko explicó que, "el miedo y el dolor causado, tanto en los detenidos como en sus familiares", son algunas de las razones por las que estas detenciones ilegales "están absolutamente prohibidas y señaladas como delitos" por las leyes internacionales. Asimismo, el investigador destacó "las cicatrices físicas y emocionales" que los supervivientes deben "sobrellevar para el resto de sus vidas", a menudo sin recibir la atención médica que necesitan mientras están detenidos o "con pocos recursos económicos" para recuperar su salud física o mental después de su liberación. A pesar de que la legislación ugandesa penaliza las torturas y las detenciones irregulares, "aún nadie ha sido condenado en virtud de estas leyes", destacó el informe de HRW. Para impedir que estos abusos se repitan, HRW recomendó "reformar" la Policía y otras agencias de seguridad "con urgencia" para evitar que "estos horribles abusos ocurran y queden impunes". El pasado viernes, Estados Unidos pidió al Gobierno ugandés información detallada sobre la muerte de 54 personas durante unas protestas ocurridas en Kampala en 2020 a favor de la oposición, además de mostrar su preocupación por los informes de ciudadanos desaparecidos o torturados. Por su parte, la Delegación de la Unión Europea (UE) en Uganda también expresó el pasado febrero su preocupación por las denuncias de torturas y otros abusos de derechos humanos en el país. Museveni gobierna Uganda desde 1986 y fue reelegido en enero de 2021 tras un período electoral caracterizado por la desaparición de centenares de simpatizantes de la oposición y protestas dispersadas con munición real que causaron al menos 54 muertos. EFE pm/pa/jac