Biden dice que Putin podría usar armas químicas y biológicas en Ucrania

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Una niña abraza a su
Una niña abraza a su padre al cruzar la frontera tras huir de Járjov (Ucrania) a Rumanía, tras la invasión rusa de Ucrania, en el paso fronterizo de Siret (Rumanía), 21 de marzo de 2022. REUTERS/Clodagh Kilcoyne

Por Pavel Polityuk y James Mackenzie

MARIÚPOL/LEÓPOLIS/KIEV, Ucrania, 22 mar (Reuters) -El ejército ucraniano advirtió el martes a la opinión pública de nuevos bombardeos indiscriminados sobre infraestructuras críticas por parte de Rusia, mientras el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, formulaba una de sus advertencias más rotundas sobre la posibilidad de que Rusia utilice armas químicas.

En medio de la devastación causada por el incesante bombardeo ruso de las ciudades ucranianas, el presidente Volodímir Zelenski destacó la muerte de un superviviente de 96 años de los campos de concentración nazis, asesinado en su piso por los bombardeos en Járkov.

Tras casi cuatro semanas de invasión, las tropas rusas no han logrado capturar ninguna ciudad ucraniana importante y han sido detenidas en casi todos los frentes, pero están acribillando los distritos residenciales con artillería, misiles y ataques aéreos.

Es de prever que las fuerzas rusas continúen atacando infraestructuras esenciales con "armas de alta precisión y municiones indiscriminadas", dijeron las fuerzas armadas de Ucrania en un comunicado.

Rusia ha dicho en las últimas semanas que Ucrania podría poseer armas químicas o biológicas. Biden dijo que esas acusaciones no eran simplemente falsas, sino también una señal de que el presidente Vladimir Putin podría estar planeando utilizar esas armas él mismo.

"Ahora está hablando de nuevas falsas alarmas que está montando, incluyendo la afirmación de que nosotros, Estados Unidos, tenemos armas biológicas y químicas en Europa, lo que simplemente no es cierto", dijo Biden en un evento empresarial.

"También están sugiriendo que Ucrania tiene armas biológicas y químicas en territorio ucraniano. Eso es una clara señal de que está contemplando usar ambas".

Putin califica esta guerra, que supone el mayor ataque a un Estado europeo desde la Segunda Guerra Mundial, como una "operación militar especial" para desarmar a Ucrania y protegerla de los "nazis". Occidente lo califica de falso pretexto para una guerra de agresión no provocada.

En un discurso pronunciado durante la noche, Zelenski llamó la atención sobre la muerte de Boris Romanchenko, un superviviente del Holocausto que murió al ser bombardeado su piso en la ciudad asediada de Járkov la semana pasada.

"Por favor, piensen en la cantidad de cosas por las que ha pasado", dijo Zelenski. "y sin embargo, fue asesinado por un ataque ruso, que impactó en un edificio ordinario de varias plantas de Járkov. Cada día que pasa en esta guerra se hace más evidente lo que significa para ellos la desnazificación".

En un monumento a los supervivientes del campo de concentración nazi de Buchenwald se dice que Romanchenko había sido durante muchos años vicepresidente del Comité Internacional de Buchenwald-Dora, dedicándose a documentar los crímenes nazis. Había sobrevivido a los campos de concentración de Buchenwald, Dora-Mittelbau y Bergen-Belsen en Alemania durante la Segunda Guerra Mundial.

"Lloramos la pérdida de un gran amigo", decía el monumento.

Al matarlo, "Putin consiguió 'lograr' lo que ni siquiera Hitler pudo", dijo el Ministerio de Defensa de Ucrania en Twitter.

VIAJE DE BIDEN A EUROPA

Biden viajará a Europa esta semana para reunirse con dirigentes aliados con el fin de debatir el endurecimiento de las sanciones contra Rusia, además de las sanciones económicas sin precedentes ya anunciadas. El lunes habló de las tácticas "brutales" de Rusia en una llamada con los mandatarios europeos, según informó la Casa Blanca.

El asedio y los bombardeos de Rusia sobre ciudades ucranianas, en particular el puerto meridional de Mariúpol, que lleva semanas cercado, están aumentando la presión para que se tomen medidas.

Las sanciones han desterrado a Rusia del comercio internacional hasta un punto nunca antes visto para una economía tan grande. Sin embargo, se ha hecho una excepción con las exportaciones rusas de energía a Europa, su mayor cliente de petróleo y gas.

Los ministros de Asuntos Exteriores de la UE discreparon el lunes sobre si incluir la energía en las sanciones y cómo hacerlo, y Alemania dijo que el bloque dependía demasiado del petróleo ruso como para imponer un embargo.

SIN RENDIRSE

El conflicto ha expulsado de sus hogares a casi una cuarta parte de los 44 millones de ucranianos, incluidos más de 3,5 millones de refugiados que han huido del país, la mitad de ellos niños, en uno de los éxodos más rápidos jamás registrados.

La ciudad de Járkov se vio sometida a un fuego de artillería cada vez más intenso durante la noche, según declaró el gobernador regional Oleh Synyehubov en comentarios televisados. El gobernador de la región de Zaporiyia dijo que los autobuses que evacuaban a los civiles de las zonas del frente fueron alcanzados por los bombardeos el lunes y que cuatro niños resultaron heridos.

Serhiy Gaidai, gobernador de Luhansk, una de las dos regiones orientales que Rusia exige que Ucrania ceda a los separatistas prorrusos, dijo que toda la región estaba siendo bombardeada.

"Seguimos evacuando a la gente mientras podamos", dijo. "Vemos que (...) el único objetivo de los rusos es destruir Ucrania".

El lunes, Ucrania rechazó un ultimátum ruso para entregar Mariúpol, donde cientos de miles de civiles han quedado atrapados bajo un bombardeo constante, sin acceso a alimentos, calefacción, energía o agua durante semanas.

La parte de Mariúpol que ahora está en manos de las fuerzas rusas, a la que llegó Reuters el domingo, era un páramo desolador. Varios cuerpos envueltos en mantas yacían junto a una carretera. Había ventanas reventadas y paredes carbonizadas. La gente que salía de los sótanos estaba sentada en bancos entre los escombros, envuelta en abrigos.

Un grupo de hombres estaba cavando una tumba sobre un terreno con hierba junto a la carretera.

(Reporte de las oficinas de Reuters; redacción de Stephen Coates y Peter Graff; edición de Michael Perry, Robert Birsel y Mark Heinrich; traducción de Flora Gómez)

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