GLENDALE, Arizona, EE.UU. (AP) — Lo primero que hizo Kendall Graveman al llegar esta semana al campamento de los Medias Blancas de Chicago fue disculparse con José Abreu.
“No quise golpearlo. Sé que Tony (La Russa) me dio algo de ayuda en esto”, dijo Graveman el miércoles.
Era el octavo inning del cuarto juego de la serie divisional de la Liga Americana. En aquel encuentro de octubre, Graveman lanzaba por los Astros de Houston, que tenían una ventaja de 7-1 sobre los Medias Blancas, y le propinó un pelotazo a Abreu con la cuenta llena.
Eventualmente Houston ganó la serie.
Abreu avanzó a la primera base, sin mayor incidente, pero La Russa, el manager de los Medias Blancas, llegó desde la cueva y discutió durante varios minutos con el umpire del plato Vic Carapazza, convencido de que el pelotazo había sido intencional, ya fuera por decisión de Graveman o por órdenes del manager de Houston, Dusty Baker.
No hubo expulsados.
“Me disculpé con Tony, le dije que no quise hacerlo. Él me respondió: ‘Ahora me doy cuenta de eso, pero en el momento no lo sabía’", relató Graveman, quien se mostró aliviado por la conversación con La Russa.
“Fue una buena forma de enfriar esto”.
Ahora, ambas partes han unido fuerzas. Graveman firmó un contrato por tres años y 24 millones de dólares con Chicago justo antes del paro patronal que estalló en el otoño pasado. Disfrutó una gran temporada en 2021, con una efectividad de 1.77 y 10 salvamentos por los Astros y los Marineros de Seattle.
Fue abridor en sus primeras cuatro temporadas con Oakland, antes de someterse a la cirugía de Tommy John.
Se considera ahora un relevista, y se une a un bullpen impresionante, que incluye al cerrador Liam Hendricks, Craig Kimbrel, José Kelly y a los zurdos Aaron Bummer y Garret Crochet.
¿Cuál fue la reacción de Abreu a la disculpa de Graveman?
“Se rio", dijo el lanzador. “Me dijo: ‘Sabía que no querías hacerlo’”.
No fue el único golpe que sufrió Abreu la temporada anterior. Tuvo que lidiar con constantes lesiones leves y con una colisión aparatosa contra Ryan Dozier, de Kansas City, que lo marginó de un juego.
Asimismo, un umpire arrojó un bate que golpeó accidentalmente a Abreu en una rodilla. Y el cubano se lanzó agresivamente hacia el plato en un wild pitch, lo que derivó en una lesión de tobillo que le costó tres compromisos.
En la campaña de 2020, Abreu ganó el premio al Jugador Más Valioso, con un slugging de .617. Aunque no brilló tanto en 2021, participó en 152 encuentros, bateó 30 jonrones y produjo 117 carreras.
En cinco de siete temporadas completas, ha llegado al menos a 30 vuelacercas y 100 impulsadas.
Fue segundo de la liga en empujadas, con cuatro menos que el cátcher venezolano de los Reales, Salvador Pérez. Había liderado la Americana en esa categoría en los dos años previos.