Uno de cada tres menores con discapacidad en el mundo ha sufrido violencia

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Redacción Ciencia, 18 mar Uno de cada tres menores con discapacidad en el mundo ha sufrido violencia en su vida, según un estudio que estima que los niños y adolescentes (de 0 a 18 años) con discapacidad tienen el doble de probabilidades de padecer cualquier forma de violencia (física, emocional, sexual o falta de cuidados). Esto a pesar de los avances en la concienciación y en las políticas públicas de los últimos años, advierte un estudio publicado en la revista The Lancet Child & Adolescent Health, para el que se han utilizado datos de más de 16 millones de menores de veinticinco países. Se trata de una revisión y un metaanálisis a partir de 98 estudios (75 basados en datos de países de ingresos altos y 23 trabajos de siete Estados de ingresos bajos y medios) realizados entre 1990 y 2020. Los autores señalan que, si bien el estudio ofrece la imagen más completa de la violencia que sufren los menores con discapacidad en todo el mundo, hay una escasez de datos de los países de ingresos bajos y medios, especialmente en el sureste y centro de Asia y Europa del Este. No obstante, afirman que los hallazgos ponen de manifiesto la necesidad urgente de que los gobiernos, los trabajadores sanitarios y sociales y los investigadores colaboren para concienciar sobre todas las formas de violencia y para reforzar los esfuerzos de prevención. Los expertos recuerdan que estas situaciones pueden tener un impacto grave y duradero en la salud y bienestar de los menores. "Nuestros resultados revelan unos índices inaceptables y alarmantes de violencia contra los niños con discapacidad que no pueden ignorarse", afirma la profesora Jane Barlow, de la Universidad de Oxford (Reino Unido). Los niños con discapacidades cognitivas o de aprendizaje (como trastorno por déficit de atención e hiperactividad) o problemas de salud mental y aquellos con discapacidades de entornos de bajos ingresos son más propensos a sufrir violencia. La inmensa mayoría de los niños con discapacidades -más del 94 %- vive en países de ingresos bajos y medios donde confluyen múltiples riesgos. La estigmatización, discriminación, falta de información sobre la discapacidad y el acceso inadecuado al apoyo social para los cuidadores contribuyen a los mayores niveles de violencia que sufren los niños con discapacidad. Esto puede verse agravado por la pobreza y el aislamiento social, así como por los desafíos únicos a los que se enfrentan los niños con discapacidad, como la incapacidad de verbalizar o defenderse. El análisis reveló que las tasas generales de violencia variaban según la discapacidad y eran ligeramente superiores entre los niños con trastornos mentales (34 %) y discapacidades cognitivas o de aprendizaje (33 %) que entre aquellos con deficiencias sensoriales (27 %), limitaciones físicas o de movilidad (26 %) y enfermedades crónicas (21 %). Los tipos de violencia más denunciados fueron la emocional y física, padecida por aproximadamente uno de cada tres niños y adolescentes con discapacidad; las estimaciones sugieren que uno de cada cinco niños con discapacidades experimenta falta de cuidados y uno de cada diez ha sufrido violencia sexual. El estudio también llama la atención sobre los altos niveles de acoso por parte de los compañeros, ya que se estima que casi el 40 % de los niños con discapacidades lo ha sufrido. El acoso en persona (actos físicos, verbales o relacionales, como golpes y patadas, insultos y amenazas o exclusión social) es más común (37 %) que el ciberacoso (23 %). EFE ngg/acm

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