Tailandia cuenta cientos de islas paradisíacas llenas de playas de ensueño, arrecifes de coral y selvas tropicales. Sin embargo, las islas más pequeñas suelen estar mal conectadas y solo es posible alcanzarlas con dificultad con vuelos de línea y el subsiguiente trasbordo a ferrys y barcos. Por suerte, esto cambiará pronto, cuando Tailandia sume una nueva atracción: un servicio de hidroaviones. La idea es que los hidroaviones comiencen a brindar su servicio en la antigua Siam este mismo año. En el proyecto participa un alemán, Dennis Keller, quien cofundó hace dos años y medio la empresa Siam Seaplane. En principio, los hidroaviones llegarán a los destinos turísticos mundialmente conocidos del golfo de Tailandia. Las máquinas podrán despegar y aterrizar tanto sobre la tierra como sobre el agua. El despegue será de uno de los dos aeropuertos de la megaciudad de Bangkok, mientras que el aterrizaje será frente a Ko Tao o Ko Kut, sobre el mar turquesa. Desde allí será posible llegar a la orilla en bote en apenas unos minutos. "No hay por qué precuparse: aterrizaremos lo suficientemente lejos de la costa como para que los turistas que están en tierra no sean perturbados por ningún ruido", asegura Keller, responsable como jefe de negocios de las finanzas y el marketing de la empresa. Los Cessna despegarán en 2022 Hasta ahora, este medio de transporte, que ya lleva tiempo establecido en países conformados por islas como Maldivas o en regiones intransitables como Alaska, no formaba parte de la oferta de Tailandia. Si bien todavía no se sabe con exactitud cuándo despegará la nueva aerolínea debido a los posibles retrasos por la pandemia de coronavirus, Keller está convencido de que sucederá en 2022. Los hidroaviones anfibios del tipo Cessna Caravan volarán directo a Jomtien, cerca del balneario de Pattaya, al centro turístico de Hua Him y a la isla de Samui. También se prevé un centro de conexión en la isla más grande, Phuket, para poder seguir ampliando la red de destinos desde allí. Por cuestiones de confort y motivos económicos, las máquinas permanecerán en el aire un máximo de una hora y media. La conexión más extensa es actualmente la de Bangkok hacia la isla de Ko Samui. Un viaje más largo podría ser dificultoso, entre otras cosas, porque estos pequeños hidroaviones no cuentan con baños para sus -como máximo- ocho pasajeros a bordo. "Los hidroaviones vuelan mucho más bajo que otros aviones, por eso brindan una gran vista", asegura Keller, quien cuenta con una licencia de piloto. Esto significa que el vuelo incluye un "sightseeing". "Los pasajeros se sienten casi como si estuvieran viajando en un jet privado", afirma. Billetes a precios accesibles Dependiendo del destino, los billetes costarán entre 5.000 y 15.000 baht (130 a 400 euros, o 140 a 437 dólares). Las reservas se harán por Internet, vía app o a través del hotel. "También será posible contratar todo el avión tipo chárter, lo que puede ser para un grupo más grande más conveniente que comprar los tickets por separado", señala Keller. El alemán fundó Siam Seaplane en octubre de 2019, poco antes de la pandemia de coronavirus, junto a dos expertos en aviación franceses. "Para nosotros resultó ser una gran oportunidad", cuenta este joven de 35 años que estudió en Utrecht y Londres. Si bien el turismo se vio temporalmente interrumpido en Tailandia debido al coronavirus, el reino fue luego uno de los primeros destinos más alejados de países europeos como Alemania que volvió a abrir hace meses sus puertas a los turistas internacionales. "Las autoridades del Gobierno se dieron cuenta de que después de la pandemia debían hacer algunas cosas de manera diferente y que Tailandia debía diferenciarse de sus países vecinos para revivir el turismo", opina Keller. En el futuro, Tailandia quiere apostar más por el turismo de calidad y menos por el de masas, según subrayan una y otra vez las autoridades. Por eso mismo, Siam Seaplane ya es una parte importante de ese plan de recuperación, señala el jefe de la oficina de turismo TAT, Yuthasak Supasorn. dpa