Polonia pide "solidaridad" de los países de la UE ante la llegada de refugiados

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Bruselas, 14 mar La ministra polaca de Familia y Política Social, Marlena Malag, pidió este lunes la "solidaridad" de todos los países de la Unión Europea (UE) ante la llegada de refugiados ucranianos al club comunitario y no solo la de los Estados próximos a la frontera de la antigua república soviética. La política indicó que, si como ya está sucediendo, los ataques rusos se extienden a Leópolis, en el área occidental de Ucrania, Polonia espera que llegue a su territorio "incluso un mayor número de personas". "Sabemos que esta gente que llegará será menos acaudalada, necesitará mayor apoyo financiero, así que el apoyo y la cooperación basados en la solidaridad de todos los Estados miembros, no solo de aquellos que están en primera línea, será imprescindible", declaró Malag durante la reunión de ministros de Empleo y Asuntos Sociales de los Veintisiete que se celebra hoy en Bruselas. En esa reunión los países debatieron sobre los esfuerzos que están realizando para acoger e integrar a los refugiados que huyen de la guerra en Ucrania y la Comisión presentó su propuesta para flexibilizar las normas con el objetivo de permitir que los Estados miembros destinen fondos de cohesión a ayudar a quienes escapan del conflicto bélico. Polonia, junto con Hungría y Chequia, ha sido en el pasado uno de los países más reacios a recibir inmigrantes procedentes de Oriente Medio o el norte de África en su territorio. Sin embargo, ante la guerra en Ucrania se ha volcado en la acogida de quienes llegan desde el país vecino y, por el momento, han entrado en Polonia 1,7 millones de ucranianos, según ilustró la ministra. "La situación que vemos cambia las reglas de juego, redefine la historia, nos enfrentamos a un nuevo desafío y no creo que haya un desafío más importante que la solidaridad frente a Ucrania", aseveró. Insistió en que las declaraciones "son importantes", pero aseguró que "se necesita unir nuestras fuerzas para hacer frente a este desafío", y agregó que Varsovia aspira a evitar que se tengan que abrir campos de refugiados para los ucranianos. Así, confía en que pueda proporcionarse un alojamiento a esos ciudadanos. El ministro checo de Trabajo y Asuntos Sociales, Marian Jurecka, dijo que no es partidario de imponer cuotas obligatorias para repartir refugiados entre los Estados miembros, una opción que en el pasado no gustó a Praga. "Pero haría un llamamiento a otros Estados miembros también, a Alemania, Francia, España, Italia y otros países occidentales en la Unión Europea, para que demuestren claramente a los ciudadanos ucranianos que huyen de la guerra que están dispuestos a ayudarles, a ofrecerles asistencia social y sanitaria y acceso a los sistemas educativos y al mercado laboral, como estamos haciendo todos en los países a los que los refugiados de guerra están llegando", expuso. También pidió un paquete financiero específico para afrontar la crisis de refugiados. El viernes, los ministros de Asuntos Sociales de Polonia, Chequia, Estonia, Letonia, Lituania, Eslovaquia y Rumanía, más próximos geográficamente a Rusia, firmaron una declaración en la que se comprometen a cooperar para proporcionar asistencia a los refugiados. "Tomaremos las medidas necesarias para facilitar acceso a nuestros mercados laborales a los ciudadanos ucranianos. Proporcionaremos a los niños, jóvenes y otros grupos vulnerables ucranianos acceso a los cuidados y ayudas necesarias", indican, además de resaltar su disposición a adoptar medidas para proporcionar a los refugiados un hogar y a ayudarles "a vivir con dignidad" en esos países de la UE mientras dure la guerra. Los siete ministros recalcan que los países de Europa Central "son los más afectados". "Por tanto, invitamos a la Comisión Europea a apoyar todos los esfuerzos con medidas especiales", subrayan. Durante la reunión hoy, el comisario europeo de Empleo, Nicolas Schmit, mencionó que "algunos piensan que podríamos llegar hasta diez millones de refugiados" ucranianos, alrededor de un cuarto de la población de la antigua república soviética. Schmit confió en que los países y la Eurocámara, colegisladores de la UE, logren un acuerdo antes de fin de mes sobre las propuestas de la Comisión para facilitar que se destinen fondos de cohesión a ayudar a los refugiados. También instó a comenzar a reflexionar sobre las consecuencias de la crisis para el empleo y no descartó que se tomen medidas adicionales ante la llegada de refugiados.

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