Nada de pitidos al abrocharse el cinturón de seguridad, nada de descarados navegadores: tanto los clásicos modernos, o "youngtimer", como los clásicos antiguos, ofrecen una experiencia de conducción pura y dura. Dependiendo de la época, también vienen con mucho cromo, una sólida tecnología y muchos recuerdos. Pero, ¿cómo encuentran los principiantes el coche clásico adecuado? Según Jan Hennen, de la asociación alemana de coches clásicos Deuvet, los interesados buscan a menudo un vehículo con el que asocian buenos recuerdos, como su primer coche o el de sus padres. "Hay muchas razones para elegir un determinado modelo, es algo muy individual", opina el experto. Sin embargo, los interesados también pueden obtener ideas en las revistas especializadas, en las ferias, en los clubes de coches clásicos o de marcas y en los concesionarios especiales de coches antiguos. "En los clubes de coches clásicos hay expertos que pueden ayudar en la búsqueda y están a disposición para responder preguntas", señala Hennen. Los miembros del club suelen estar muy bien relacionados con otros aficionados del ámbito. Si nunca se ha conducido un coche antiguo, se debería alquilar el modelo adecuado en plataformas especiales durante unas horas. "Entonces los conductores se dan cuenta rápidamente de si el modelo deseado les conviene y se sienten cómodos en él”, explica el experto. Frank Wilke, de la empresa alemana de análisis de mercado Classic Analytics, aconseja a los novatos que primero se analicen a sí mismos: "La gente deportiva tiende a buscar un coche deportivo, la gente más tranquila, una limusina", explica. Marcel Nobis también recomienda abordar la búsqueda de la forma más racional posible. Para el experto en coches clásicos de la publicación alemana "Auto Bild Klassik", la elección del modelo va precedida de la elección del objetivo. Luego vienen la marca y el modelo. Nobis añade que lo decisivo es fijar un determinado presupuesto: "Dos tercios son para el coche y un tercio para los costes que se derivan de la compra, como las reparaciones", asevera Wilke. "Porque ningún vehículo es tan bueno como los compradores esperan que sea", advierte. Los interesados deben preguntarse qué tipo de tareas y reparaciones pueden efectuar ellos mismos en el coche. "Un mecánico con talento y un taller bien equipado puede comprar un coche que esté en peores condiciones si el precio es adecuado", señala Wilke. El experto en coches clásicos aconseja a todos los demás compradores: "Lo mejor es elegir siempre el coche mejor y más caro, ya que luego la compra termina siendo más barata". Los novatos pueden hacerse una idea de los precios estudiando los portales de coches usados o los anuncios de las revistas de coches clásicos. Marcel Nobis recomienda a los inexpertos los vehículos de los años 80 y principios de los 90: "Tienen poca electrónica, son en su mayoría fiables y se conducen bien". Entre ellos menciona el VW Golf II, el Mercedes 190, el Audi 100 y el Mazda MX-5. Una vez que se ha decidido cuál será el modelo a adquirir, se recomienda verlo y probarlo acompañado de una persona neutral. "De lo contrario, tras una larga búsqueda, los interesados tienden a querer convencerse a sí mismos de que están ante el coche perfecto e interpretar su mal estado como una pátina derivada de la edad del vehículo", afirma Nobis. Los documentos históricos son igual de importantes: los registros de mantenimiento antiguos, los recibos y las facturas pueden servir para rastrear el historial del coche. El error común que cometen los novatos es juzgar mal el estado de conservación y decidir demasiado rápido. "Por muy tentadora que sea la oferta, las verdaderas gangas ya no existen", advierte Nobis. Norbert Schroeder, director del departamento de Clásicos de la organización de certificación alemana Tüv Süd, aconseja comprobar todos los documentos del vehículo con el número de chasis y motor/tipo de motor, así como las características de equipamiento reconocibles. Todos estos deben coincidir con el coche, al igual que el estado del coche debe coincidir con el kilometraje especificado. Los profanos pueden reconocer las huellas de daños causados por un accidente cuando las líneas de separación entre las chapas no son uniformes. Sin embargo, en muchos casos, los daños derivados de un accidente solo se revelan a los expertos. En cambio, las manchas de óxido en los guardabarros u otras zonas neurálgicas, así como un acabado de pintura inconsistente, pueden detectarse más rápidamente, siempre que se observen bien todas las esquinas y bordes. "Sin embargo, esto requiere un ojo entrenado, por lo que los profanos no deberían comprar el primer coche que aparezca, sino que deberían entrenar su ojo en varios vehículos primero", explica Norbert Schroeder. Hay expertos en vehículos de motor que, a cambio de una remuneración, se encargan de la inspección y luego comunican su juicio incluyendo fotos. "Esto es especialmente interesante si el coche se ofrece a unos cientos de kilómetros de distancia, porque ahorra tiempo y dinero", puntualiza Frank Wilke. dpa