Distribuciones de Linux resucitan ordenadores antiguos

Hace 30 años, Linux, el sistema operativo del pingüino, marcó el comienzo de la era del software libre, el código abierto y la colaboración entre usuarios. 

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ILLUSTRATION - Ein Mann sitzt
ILLUSTRATION - Ein Mann sitzt am 13.09.2017 in einer Wohnung in Hamburg an einem Schreibtisch und telefoniert (gestellte Szene). Foto: Christin Klose || Modellfreigabe vorhanden

Hace 30 años, Linux, el sistema operativo del pingüino, marcó el comienzo de la era del software libre, el código abierto y la colaboración entre usuarios. 

Linux rara vez forma parte del equipamiento de ordenadores personales, por una sencilla razón: "El usuario normal de PC suele comprar su ordenador con un sistema operativo preinstalado, como Windows, y no suele tener ningún incentivo para tomarse la molestia de instalar Linux", explica Keywan Tonekaboni, de la revista especializada alemana "c't".

Sin embargo, hay cuatro buenas razones para instalar una de las distribuciones de Linux en el ordenador.

La primera es la libertad y flexibilidad que ofrecen. "Con Linux, la libertad del usuario está en primer plano", asevera Matthias Wellendorf, del portal alemán Inside-digital.de, y añade que, en principio, cualquiera puede reprogramar o desarrollar el sistema a su convenciencia.

"Libre también significa gratuito. El sistema operativo puede descargarse gratuitamente e instalarse en tantos ordenadores como se desee", afirma Wellendorf.

El sistema ofrece interfaces de trabajo que solo difieren ligeramente de las de Windows en cuanto a su aspecto y funcionamiento. "Básicamente, Linux se compone de una serie de elementos individuales. La base es el así llamado "kernel", el núcleo del sistema operativo, que se combina con otros componentes tales como la interfaz gráfica de usuario. Esta combinación se denomina distribución", explica Wellendorf.

Lo bueno es que las distribuciones de Linux para todo tipo de usuarios existen desde hace años. "Ubuntu, Mint y Manjaro se consideran distribuciones aptas para principiantes", señala Wellendorf. "Son fáciles de manejar, vienen con un amplio soporte de hardware y se caracterizan por una gran oferta de software". En Distrowatch.com se puede encontrar un resumen de las distribuciones de Linux disponibles.

El sencillo Manjaro, por ejemplo, se suministra con un paquete ofimático, un programa de correo, un navegador, un reproductor de vídeo, un editor de imágenes y mucho más. Cualquier cosa que falte se puede instalar fácilmente. Matthias Wellendorf está seguro de que "hay una solución de software para cada problema".

La seguridad y protección de datos son la segunda importante ventaja de Linux. Un paquete ofimático, por ejemplo, Libre Office, no está en absoluto tan estrechamente vinculado al sistema operativo como el Office de Microsoft lo está a Windows, explica Keywan Tonekaboni. Los famosos virus de los documentos de Office, añade, no pueden dañar a Linux.

Y los usuarios de Linux también están bien protegidos contra otros programas maliciosos. "Como el número de usuarios es bajo, prácticamente no hay malware para Linux", afirma Hubert Popiolek, de la revista especializada alemana Computer Bild. 

Popiolek explica que en el caso de Linux se puede prescindir totalmente del software antivirus, lo que además ahorra potencia de cálculo. Además, prosigue, la privacidad también está mejor protegida, ya que no hay recogida de datos.

Lo que mucha gente no sabe: puede que Linux no sea habitual en los ordenadores privados, pero está mucho más extendido en la vida cotidiana de lo que cabría esperar. "El sistema operativo de los teléfonos inteligentes Android, por ejemplo, se basa en Linux, al igual que muchos servicios de Internet se ejecutan en servidores Linux y algunos dispositivos domésticos inteligentes también funcionan con él", explica Tonekaboni.

Un tercer motivo a favor de Linux es la posibilidad de probarlo antes de instalarlo, así como de utilizarlo sin riesgos en paralelo con otro sistema operativo. Para probar Linux no es necesario hacer un solo cambio en el ordenador. Para ello, basta con descargar el sistema operativo como imagen (archivo ISO) desde la página del proyecto de la distribución deseada, por ejemplo, Manjaro

A continuación, esta deberá ser transferida a una memoria USB de al menos cuatro gigabytes (GB) mediante una herramienta denominada flash, como Etcher. Las instrucciones para hacerlo también se pueden encontrar en YouTube.

Acto seguido, el ordenador puede reiniciarse en Linux desde la memoria USB en el llamado modo en vivo, explica Tonekaboni. De esta manera, no se produce ninguna modificación en el disco duro del ordenador.

Quien esté satisfecho con la prueba, puede instalar la distribución como sistema operativo permanente desde el modo en vivo, ya sea en sustitución de Windows o en paralelo a este. En este último caso, el ordenador siempre preguntará si se quiere iniciar Windows o Linux. Antes de la instalación, se recomienda hacer una copia de seguridad de todos los datos.

Finalmente, hay que destacar que Linux funciona bien en ordenadores antiguos. Mientras que Windows 11, por ejemplo, exige mucho al hardware, la naturaleza simplificada de Linux es una gran ventaja. 

"En cierto modo, Linux da una segunda oportunidad a los viejos ordenadores", afirma Keywan Tonekaboni. Además, Linux soporta los componentes durante mucho más tiempo: los PC o portátiles más antiguos que tienen problemas con Windows, a menudo pueden seguir utilizándose con Linux.

En caso de duda, se pueden realizar ajustes a la baja: una distribución de Linux también se puede instalar sin componentes que requieran mucha energía, explica Matthias Wellendorf. Por ejemplo: Ubuntu ocupa 2,9 GB, la versión ligera Lubuntu solo 0,7 GB.

En cuanto a la viabilidad de Linux para los videojuegos: "La situación de los jugadores ha mejorado mucho en los últimos años", afirma Hubert Popiolek. 

En la plataforma de juegos Steam, prosigue, hay muchos títulos para Linux. Y: "Si un juego no está disponible oficialmente para Linux, hay soluciones de software rápidas para adaptarlo”.

En general, sin embargo, los juegos para Linux siguen sufriendo un poco el problema del huevo y la gallina: "Los desarrolladores evitan el esfuerzo adicional de adaptar sus juegos a Linux porque hay muy pocos jugadores que lo utilizan", explica Popiolek. "Y hay tan pocos jugadores usuarios de Linux porque muchos juegos no están diseñados para este sistema operativo".

dpa

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