"Nos están matando", mujeres piden seguridad y justicia en México

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Una manifestante intenta abrir una
Una manifestante intenta abrir una brecha en una barrera de seguridad durante una protesta para conmemorar el Día Internacional de la Mujer en Ciudad de México, México 8 de marzo de 2022. REUTERS/Raquel Cunha

Por Ana Isabel Martinez y Adriana Barrera

CIUDAD DE MÉXICO, 8 mar (Reuters) -Miles de mujeres marcharon el martes en México pidiendo justicia para las víctimas de feminicidio, seguridad para sus hijas, madres y hermanas, en un país en el que mueren 10 féminas cada día por razón de género.

Un nutrido contingente de mujeres de todas las edades, algunas con niños e incluso bebés sujetados al pecho, caminaron a lo largo de la principal avenida de Ciudad de México hacia Palacio Nacional, sede del poder político y donde reside el presidente Andrés Manuel López Obrador con su familia, en el centro histórico de la capital.

Acompañadas de música, ataviadas de morado, blanco y verde, las mujeres marcharon llevando largas mantas con fotos y nombres de mujeres desaparecidas o asesinadas, en medio de un mar de pancartas con consignas alusivas a la defensa de derechos y peticiones de seguridad.

"Nos están matando, nos están encarcelando, nos están desapareciendo, no es una somos todas", decía en una manta que llevaban varias manifestantes.

"Marcho hoy para existir mañana", se leía en una pancarta. "Marcho con mi hija para no marchar por ella", estaba escrito en otra en la movilización para conmemorar el Día Internacional de la Mujer.

Desde hace varios días, Palacio Nacional, frente al imponente zócalo capitalino, fue protegido en toda su periferia por vallas metálicas de unos tres metros de altura, que también fueron colocadas alrededor de monumentos y edificaciones importantes o emblemáticas de la ciudad como la Catedral.

La noche del lunes un "MÉXICO FEMINICIDA" fue escrito en grandes letras blancas sobre las láminas de la valla que resguarda Palacio Nacional y desde donde el martes policías lanzaron un tipo de gas por unas rendijas a mujeres vestidas de negro que la golpeaban, algunas armadas con mazos y martillos, desde el otro lado.

Testigos dijeron que lo que arrojaban los elementos de seguridad era gas lacrimógeno y de extintores, pero el secretario de Gobierno de la capital, Martí Bates, dijo a la televisión local que solo se trató de gas de extintores.

Autoridades de la seguridad de la capital dijeron que contabilizaban a unas 50,000 personas en la marcha y que habían decomisado bombas de fabricación casera, palos y martillos.

"Aunque me siento privilegiada porque vivo en una zona segura nadie me garantiza que un día pueda desaparecer (...) y aparecer en un terreno baldío muerta, violada", dijo más temprano al borde del llanto Frida Moreno, una estudiante de 21 años.

"Entiendo que hay personas que tienen suficientes motivos par rayar, quemar y romper cosas", agregó la joven quien confesó que quedó marcada por experiencias traumáticas con maestros abusivos en su adolescencia. "Me siento con la obligación de ir a marchar para que las niñas no tengan que pasar por lo mismo".

A lo largo del trayecto de la marcha, otros grupos de mujeres pintaron consignas en las protecciones metálicas que rodeaban monumentos.

DEFENSA DE MUJERES

López Obrador asegura que bajo su gestión se han hecho avances para defender los derechos de las mujeres, pero críticos aseguran que ha sido poco empático con casos de feminicidios y violencia de género.

AMLO, como se conoce popularmente al presidente, cree que adversarios políticos usan el movimiento feminista para atacar a su gobierno.

"Las protestas por los feminicidios, todo eso es un derecho, es la libertad. Lo que está mal es utilizar la violencia con propósitos politiqueros, valiéndose de una causa justa", dijo el gobernante de 68 años durante su conferencia de prensa matutina.

El mandatario, de 68 años, ha estado bajo un lluvia de críticas en las últimas semanas cuestionado sobre el nivel de vida y el presunto conflicto de interés de uno de sus hijos por la renta de una lujosa casa en Houston de un exempleado de una empresa estadounidense que tienen contratos con la estatal Pemex.

AMLO ha negado las acusaciones, ha defendido a su hijo y ha arremetido reiteradamente en contra de periodistas que han investigado y publicado sobre el caso, acusándolos de estar vinculados y hasta ser pagados por sus adversarios, lo que ha desatado críticas sobre su respeto a la libertad de prensa.

(Reporte adicional de Raúl Cortés y Lizbeth Díaz)

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