La despenalización del aborto vuelve a estar en el tapete en Perú tras declaraciones en ese sentido de la ministra de la Mujer, Diana Miloslavich, que desataron este miércoles duras críticas del episcopado.
Miloslavich afirmó el lunes en una entrevista con un canal local de televisión que "sigo apostando porque en algún momento el aborto sea libre, gratuito y seguro en el Perú".
"Las encuestas decían que hay una apertura de la ciudadanía a favor de la despenalización del aborto por violación", agregó, por lo que dijo esperar que "este Congreso (pueda) conseguir los votos para despenalizarlo por violación. Creo que es lo mínimo que podemos hacer por nuestras niñas y adolescentes embarazadas".
El aborto es ilegal en Perú salvo cuando peligre la vida de la madre. En esos casos se autoriza antes de las 22 semanas de gestación bajo fuertes restricciones.
"No existe situación, razón objetiva o dificultad humana que autorice matar a un inocente. Un mal (la violación) no se combate con otro mal (el aborto)", reaccionó la Conferencia Episcopal Peruana en un comunicado.
El episcopado "se solidariza con aquellas mujeres que han sido víctimas de violación", pero advirtió que "el valor primordial de la vida ha sido consagrado claramente en nuestra Constitución", por lo que proclamó "la defensa de la vida (...) desde el momento de la concepción".
Perú, un país muy conservador y de mayoritaria confesión católica, forma parte de los países latinoamericanos donde aún se penaliza el aborto.
Pedro Castillo, un maestro rural de izquierda que asumió el gobierno en julio del año pasado, es no obstante conservador en temas sociales: es antiaborto y defensor de la noción de familia tradicional conformada por un hombre y una mujer.
En Perú cada año se practican alrededor de 370.000 abortos clandestinos, según estimaciones de colectivos de la sociedad civil.
Colombia se convirtió el mes pasado en el quinto de América Latina en despenalizar el aborto y uno de los más flexibles en el plazo para llevarlo a cabo.
Argentina lo permite hasta la semana 14 y en México está autorizado hasta las 12 semanas en algunos estados del país. Uruguay también lo permite hasta las 12 semanas, al igual que Cuba y Guyana.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) llamó el miércoles a facilitar, en la medida de lo posible, el acceso de las mujeres a la interrupción voluntaria del embarazo, al señalar que las restricciones no reducen el número de abortos, sino que aumentan los riesgos.
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