El presidente ruso Vladimir Putin ejerce un "chantaje" nuclear para impedir al mundo ayudar a Ucrania, algo "muy peligroso", denunció el martes Béatrice Fihn, responsable de la Campaña Internacional para Abolir las Armas Nucleares (ICAN, por sus siglas en ingles), ONG galardonada con el premio Nobel de la Paz en 2017.
"Pienso que es uno de los momentos más aterradores en materia de armas nucleares", afirmó Béatrice Fihn, directora ejecutiva de la ICAN, en entrevista a la AFP.
Para esta sueca de 40 años, el nivel de amenaza nuclear nunca fue tan elevada y confiesa que "es increíblemente preocupante".
Unos días después de haber lanzado sus tropas contra Ucrania el 24 de febrero, el presidente ruso puso en alerta la fuerza de disuasión nuclear.
Una decisión "muy poco habitual", subrayó la jefe de inteligencia estadounidense Avril Haines ante el Congreso el martes y subrayó que eso no ocurría "desde los años 60" del siglo pasado.
"Es muy peligroso", considera Fihn, pues "no solo tiene como objetivo generar miedo en el mundo entero, sino impedir ayudar a Ucrania".
- Terror -
Para Fihn, Vladimir Putin cambió el paradigma de la disuasión. Ahí donde el arsenal nuclear debía impedir el conflicto, Rusia lo utiliza para propiciarlo.
"Rusia lo utiliza como chantaje para poder invadir Ucrania y que nadie pueda intervenir", señala Fihn.
Agrega que "la amenaza nuclear es ahora utilizada de manera muy malévola para invadir ilegalmente otro país que no está dotado del arma nuclear".
Pero por ahora piensa que es poco probable que el presidente ruso recurra al arma nuclear, aunque "eso no debe ser descartado" y "empezamos a temer que ocurra", confiesa.
"Malentendidos pueden amplificarse muy rápido" y podríamos terminar "en el uso de lo nuclear por accidente".
- "Grito de alarma" -
Esta crisis puede servir de "grito de alarma" e incitar a las potencias nucleares a desarmarse.
"No podemos dejar que países hagan eso a otros por la única razón de que poseen armas nucleares", subraya.
El ICAN ganó el le Nobel de la paz por haber trabajado a favor del Tratado de prohibición de las armas nucleares, ratificado por 59 países, pero sin la participación de las potencias nucleares.
Fihn afirma que desde la crisis, el interés por el tratado creció y destaca que incluso países que disponen del arma atómica criticaron a Putin.
"Pienso que hay una brecha y podemos comenzar a trabajar en el desarme", dice.
Agrega que cuando termine el conflicto, Rusia no debería ser autorizada a guardar su arsenal.
"Deberían hacer algo para que pueda regresar a la comunidad internacional y eso debería ser el desarme nuclear", considera la responsable.
Mientras tanto, afirma que recibe muchos mensajes de gente preocupada y que le preguntan como debe abordarse el tema con sus hijos.
"Todo el mundo está aterrorizado", según Fihn, quien reconoce que la situación es dura para ella.
"Pasé los diez últimos años hablando de lo que ocurre cuando un arma nuclear es utilizada, lo que le sucede a los cuerpos y a las ciudades" y "creo que es muy duro hablar de esto ahora".
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