El Senado de Florida votó este jueves a favor de una ley para prohibir los abortos después de 15 semanas de gestación, la última de una serie de iniciativas para restringir el acceso a las interrupciones voluntarias del embarazo en estados gobernados por los republicanos en Estados Unidos.
El texto, que ya había sido aprobado en la Cámara Baja de Florida, aún tiene que ser refrendado por el gobernador del estado, Ron DeSantis, que ya ha expresado su apoyo a la iniciativa.
La ley reduce el plazo para que las mujeres aborten de 24 a 15 semanas de gestación. Las únicas excepciones contempladas son si el aborto es necesario para salvar la vida de la madre o si el feto tiene una anomalía mortal.
La oposición demócrata había intentado el miércoles, sin éxito, la aprobación de enmiendas para que se incluyeran excepciones en caso de violación, incesto o tráfico humano.
El presidente estadounidense, el demócrata Joe Biden, criticó este viernes en un tuit la adopción de una "ley peligrosa que restringirá significativamente el acceso de las mujeres a la salud reproductiva".
"Mi administración luchará contra la continua erosión de los derechos constitucionales de las mujeres", añadió, sin utilizar la palabra "aborto", que este devoto católico se resiste a mencionar.
La nueva ley de Florida imita un texto similar aprobado en Misisipi, que la Corte Suprema de Estados Unidos, de mayoría conservadora, está evaluando tras sugerir en diciembre que lo ratificaría.
Varios estados gobernados por los republicanos esperan aprovechar el nuevo equilibrio del alto tribunal --seis jueces conservadores contra tres progresistas-- para restringir o revertir la sentencia Roe contra Wade, que en 1973 estableció el aborto como un derecho constitucional hasta entre 22 y 24 semanas de embarazo.
El caso más polémico fue el de Texas, donde en septiembre se aprobó la prohibición del aborto una vez que se detecten los latidos del corazón del feto, es decir, tras unas seis semanas de gestación. En ese periodo, la mayoría de las mujeres no saben que están embarazadas.
En Florida, y en estados como Arizona y Virginia Occidental, los republicanos optaron por seguir la ley aprobada en Misisipi como una alternativa menos extrema que la de Texas. Sus legisladores esperan que esos textos se mantendrán en vigor si la Corte Suprema se limita a restringir el plazo legal del aborto.
"Esta ley cruel y descuidada despoja a las personas del derecho a controlar sus propios cuerpos y su futuro", declaró en un comunicado Stephanie Fraim, presidenta de la organización de salud reproductiva Planned Parenthood en el suroeste y el centro de Florida.
La oenegé Unión Estadounidense por las Libertades Civiles (ACLU, por sus siglas en inglés) también se sumó a las críticas.
"Este cruel proyecto de ley equivaldrá a un embarazo forzado para cualquiera que no pueda obtener la atención que necesita dentro de este plazo arbitrario", aseguró Kara Gross, directora de la organización para Asuntos Legislativos en Florida.
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