Por Marianna Parraga y Mircely Guanipa
HOUSTON, 2 mar (Reuters) - Las exportaciones de petróleo y productos refinados de Venezuela, que se encuentra bajo sanciones de Estados Unidos, aumentaron a niveles de mediados de 2021, impulsadas por mayores ventas de su principal variedad de crudo y fuel oil a Asia, según datos de monitoreo y documentos de la estatal PDVSA.
La invasión rusa a Ucrania ha llevado a varias grandes petroleras a anunciar planes de abandonar sus posiciones en Rusia y está alterando el comercio de petróleo en medio de cancelaciones de ventas, rechazos de buques y búsqueadas de crudo y combustibles alternos tras la imposición de numerosas sanciones. Los cambios en el mercado petrolero podrían impulsar la demanda de barriles de reemplazo, incluyendo algunas variedades de crudo venezolano y productos residuales, dijeron operadores.
La estatal venezolana PDVSA y sus empresas mixtas despacharon el mes pasado unos 730.930 barriles por día (bpd) de crudo y combustibles en un total de 22 cargamentos, la cifra más alta desde julio de 2021 y un alza del 76% respecto al volumen exportado en enero, según los datos y documentos de la empresa.
La mayoría de los embarques partieron con destino a China, través de centros de transbordo como Malasia.
La operación intermitente de los mejoradores de petróleo de PDVSA obligó en febrero a la compañía a producir y exportar más Merey 16, su variedad de crudo más popular, dejando almacenados 9,4 millones de barriles de su competidor, el crudo diluido (DCO), según mostraron los documentos.
PDVSA no respondió a una solicitud de comentarios.
Los cambios en la producción, que también condujeron a una menor refinación nacional para la producción de combustibles de motor, permitió a PDVSA superar en febrero cuatro interrupciones en sus mejoradores. A fin de mes, solo la estación de mezcla de Petrosinovesa y el mejorador de crudo de Petropiar estaban operativos.
PDVSA también exportó casi 66.000 bpd de crudo y combustibles a su aliado político Cuba. (Reporte de Marianna Parraga en Houston y Mircely Guanipa en Maracay, Venezuela. Editado por Vivian Sequera y Javier Leira)