Somalia incumple el plazo para terminar las elecciones de su Cámara Baja

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Mogadiscio, 25 feb Las disputas políticas y otras irregularidades impidieron que Somalia terminase hoy los comicios para la Cámara Baja de su Parlamento, infringiendo el calendario acordado este enero por el primer ministro somalí, Mohamed Hussein Roble, y los presidentes de los cinco estados federales del país. Los mandatarios, miembros del Consejo Consultivo Nacional -que incluye también al alcalde de Mogadiscio y gobernador de la región de Benadir, donde se encuentra la capital- decidieron ayer posponer la fecha límite al próximo 15 de marzo, según confirmó hoy a Efe el presidente del Organismo Federal Electoral, Muse Geele. "Nuestro plan era completar las elecciones a tiempo, pero los conflictos políticos, la inseguridad, las pugnas entre clanes y candidatos y las irregularidades de las autoridades estatales, generaron retrasos y disputas que consumieron mucho tiempo", dijo a Efe Geele. Hasta ahora, los somalíes sólo pudieron escoger a 175 parlamentarios de los 275 escaños que componen la Cámara Baja. Según Geele, las autoridades electorales esperan poder resolver las disputas en ciudades como Garbaharey (sur), Bosaso (noreste) o Beledweyne (centro) y terminar las votaciones restantes en marzo. Por su parte, el portavoz del Consejo de Candidatos Presidenciales, Daahir Geele, culpó a las irregularidades de las autoridades estatales de estos retrasos electorales. "Luchamos bastante para proteger las elecciones (...), pero las autoridades estatales cometieron faltas de conducta que pondrán en cuestión la legitimidad del próximo Parlamento", dijo Geele a Efe. "Pedimos a los nuevos miembros electos del Parlamento que traigan un cambio en el liderazgo nacional para evitar más conflictos políticos y prevenir una guerra civil", añadió el portavoz. Concluir las elecciones parlamentarias es un hito imprescindible para poder celebrar los comicios presidenciales, que se han postergado en varias ocasiones desde 2021 a pesar de que el mandato del presidente Mohamed Abdullahi Mohamed Farmaajo caducó ese año. Según las leyes somalíes, el mandatario debe ser elegido por los 329 miembros del Parlamento somalí (54 legisladores en la Cámara Alta y 275 legisladores en la Cámara Baja). Mientras que los parlamentarios de la Cámara Baja son escogidos por los gobiernos estatales, cerca de 30.000 representantes de los distintos clanes que existen en Somalia deben votar por los parlamentarios que ocuparán los escaños de la Cámara Baja. El pasado 18 de febrero, la embajada de los Estados Unidos en Somalia hizo un llamamiento para que las elecciones parlamentarias terminasen en el plazo acordado "de una forma creíble y transparente", haciéndose eco de demandas similares hechas por la ONU, la Unión Africana y la Unión Europea, entre otros. Asimismo, la embajada estadounidense aseguró que su Gobierno pedirá rendición de cuentas "a quienes obstruyan o socaven el proceso". El aplazamiento sistemático de las elecciones supone una distracción respecto a problemas notables para el país, como la lucha contra el grupo yihadista Al Shabab, que controla áreas rurales del centro y sur y quiere instaurar un Estado islámico de corte wahabí (ultraconservador) en Somalia. "Las divisiones políticas y los retrasos prolongados de las elecciones permitieron que las fuerzas insurgentes (de Al Shabab) consiguiesen algunos avances recientemente", advirtió el pasado 15 de febrero el representante especial de la ONU para Somalia, James Swan, en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. Somalia vive en un estado de conflicto y caos desde que en 1991 fue derrocado el dictador Mohamed Siad Barre, lo que dejó al país sin Gobierno efectivo y en manos de señores de la guerra y milicias islamistas, como Al Shabab. EFE ma/pm/pa/lbg/alf

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