PARÍS, 25 feb (Reuters) - El ministro francés de Finanzas, Bruno Le Maire, dijo el viernes que la opción de excluir a Rusia del sistema mundial de pagos interbancarios SWIFT sigue abierta, pero que la considera solo como un último recurso.
Estados Unidos y la Unión Europea optaron por no excluir a Rusia de SWIFT en el marco del endurecimiento de las sanciones por la invasión de Ucrania. Sin embargo, podrían volver a plantear esa cuestión, según dijo el jueves el presidente estadounidense Joe Biden
"Es el último recurso, el SWIFT, pero es una de las opciones que quedan sobre la mesa", dijo Le Maire a los periodistas antes de una reunión en París con sus homólogos de los países de la zona euro.
Antes de la misma reunión, el ministro alemán de Finanzas, Christian Lindner, dijo que "todas las opciones están sobre la mesa", además de las ya acordadas.
"Las primeras sanciones se han impuesto a Rusia y perjudican al pueblo ruso y lastrarán seriamente la economía rusa", dijo.
Es probable que los ministros de Economía analicen las consecuencias del conflicto y las sanciones resultantes para la economía europea. Los economistas afirman que puede aumentar las presiones inflacionistas y frenar el crecimiento económico.
Los responsables de la política monetaria del Banco Central Europeo también se reunieron el jueves en París. La presidenta del BCE, Christine Lagarde, dará una conferencia de prensa el viernes.
La Unión Europea acordó el jueves congelar los activos rusos en el bloque y detener el acceso de sus bancos a los mercados financieros europeos como parte de lo que el jefe de la política exterior de la UE, Josep Borrell, describió como "el paquete de sanciones más duro que jamás hayamos aplicado".
Las sanciones también se dirigirán a los sectores de la energía y el transporte de Rusia, entre otros, y tratarán de ahogar su comercio y fabricación con controles de exportación.
El viernes, Reino Unido reiteró su petición de excluir a Rusia de SWIFT. Varias capitales se muestran reticentes a esta medida porque, aunque afectaría mucho a los bancos rusos, dificultaría a los acreedores la recuperación de su dinero.
Los observadores también han sugerido que podría complicar los pagos a Rusia de los países que importan energía rusa.
(Reporte de Sudip Kar-Gupta, Leigh Thomas, Christian Kraemer, Bart Meijer; redacción de Mark John; edición de Catherine Evans; traducido por Tomás Cobos)