Kiev, 16 de febrero Ucrania convirtió hoy el día de la temida invasión rusa, según los informes occidentales, en una fiesta de unidad nacional, una demostración de patriotismo ante el enemigo del Kremlin. "Nadie, sólo nosotros juntos podremos defender nuestra casa ¡Feliz día de la unidad de Ucrania! Este, oeste, sur y norte...", aseguró Volodímir Zelenski, presidente ucraniano, en una intervención por vídeo. La invasión rusa tendrá que esperar. Estados Unidos marcó en rojo el 16 de febrero, pero los ucranianos mantienen la calma en medio de la tormenta informativa sobre una escalada que no acaba de llegar. DÍA D, FIESTA NACIONAL Zelenski, actor de profesión hasta que llegó al poder en 2019, echó mano de su ingenio para espantar el fantasma de la guerra y borrar cualquier sombra de pánico de las cabezas de sus conciudadanos. "Dicen que el 16 es el día de la invasión, pues lo convertiremos en el día de la unidad", dijo al instaurar la fiesta nacional por decreto hace apenas dos días. Frente a la tricolor rusa, los ucranianos izaron hoy en pueblos y ciudades, desde la frontera con Polonia al mar Negro, la bandera nacional azul y amarilla. En el Olímpico de Kiev, varios cientos de personas dieron la vuelta al estadio con una espectacular enseña nacional de 200 metros de largo. "¡Gloria a Ucrania!¡Gloria a sus héroes!", cantaron. Zelenski, que participó también en la ceremonia de izado de la bandera, no sólo apeló al patriotismo sobre el papel, sino que predicó con el ejemplo al prometer un 30 % de aumento de salario a los militares a partir del 1 de marzo. MAIDÁN, EL CORAZÓN PATRIO La plaza del Maidán, escenario en 2004 y 2014 de dos revoluciones democráticas que inspiraron al mundo e irritaron al presidente ruso, Vladímir Putin, fue el corazón de la jornada. Hubo sonrisas, cánticos, banderas e himno, pero no fue una celebración. Fue un ejercicio de serenidad y coraje ante los partidarios de la histeria militarista. "Queremos mostrar que no tenemos miedo", comentó a Efe Ígor Smelianski, director general de Correos en Ucrania, cuya sede se encuentra en la misma plaza. Se mostró convencido de que "cuanto más unidos estén los ucranianos, más difícil será para aquellos que quieren atacar". "Es el precio a pagar. Si no esperas que los tanques sean recibidos con los brazos abiertos, entonces seguro que te lo pensarás dos veces", comentó. "Una Ucrania unida en una Europa Unida", rezaba una de las pancartas, mientras otras abogaban por la paz. Unos drones izaron la bandera sobre la plaza. Yulia, una universitaria oriunda del este rusoparlante, aseguró que los ucranianos "no quieren una guerra", pero sí defender su libertad y su futuro. "Hemos venido para demostrar al mundo que somos fuertes y estamos unidos", señaló a Efe. Reconoce que muchos de sus compañeros están dispuestos a combatir si los soldados rusos ponen sus botas en territorio ucraniano, pero reza para que nunca tengan que irse al frente. A DIOS ROGANDO, PERO CON EL MAZO DANDO Zelenski abrió la jornada con buenos deseos, pero poco después cogió un avión para presidir las maniobras militares "Zametil-2022" que Ucrania lanzó la pasada semana en toda la geografía nacional. Los militares le mostraron el armamento moderno suministrado por Occidente como los misiles antitanques Javelin, los cohetes tierra-aire Stinger o los drones de asalto turcos Bayraktar. Además, anunció que se desplazará a Donetsk, región partida en dos por la guerra que ensangrienta el Donbás desde 2014 tras la sublevación prorrusa respaldada por el Kremlin. Y es que, pese a las noticias de Moscú de que parte de las unidades militares involucradas en maniobras cerca de la frontera ucraniana, incluido en Crimea, regresan a sus cuarteles, Zelenski no se lo acaba de creer. "Toda la gente normal espera una desescalada. Sinceramente, nosotros partimos de la realidad y, por el momento, no vemos ningún repliegue. Sólo oímos hablar de ello", dijo en declaraciones a BBC Radio 4. Subrayó que "cuando las tropas se retiren, lo verán todos" y no sólo los servicios de inteligencia. Al respecto, el ministro de Defensa, Oleksii Réznikov, aseguró que su país "está preparado para cualquier escenario". Con todo, subrayó que los servicios de inteligencia "lo ven todo" y que los últimos informes "no contienen nada inesperado" sobre movimientos de tropas rusas en la frontera. Ignacio Ortega