BANGKOK (AP) — Comenzó el lunes el juicio a la dirigente derrocada de Myanmar Aung San Suu Kyi por acusaciones de fraude electoral, el más reciente de varios procesos judiciales promovidos por los gobernantes militares contra ella.
Los militares tomaron el poder en un golpe de Estado y arrestaron a Suu Kyi en febrero del año pasado, denunciando un fraude electoral generalizado en las elecciones del 2020, una denuncia que no concuerda con lo visto por observadores internacionales.
El partido de Suu Kyi, la Liga por la Democracia, ganó esas elecciones por abrumadora mayoría, mientras que el partido respaldado por los militares tuvo escaso apoyo.
El golpe de Estado provocó protestas pacíficas y campañas de desobediencia civil que fueron aplastadas violentamente por las fuerzas de seguridad mediante. Unos 1.500 civiles han muerto, según la Asociación de Asistencia para Prisioneros Políticos. Algunos opositores han recurrido a la resistencia armada.
Suu Kyi, de 76 años, ha enfrentado varias acusaciones desde que fue arrestada. Sus partidarios, y grupos de derechos humanos, denuncian que el proceso en su contra es infundado y no es más que un intento de impedir que ella regrese a la política y se postule para las elecciones que los militares han prometido realizar en 2023. Todos los juicios son a puerta cerrada, y los abogados de la defensa tienen prohibido hablar con la prensa.
La acusación de fraude electoral contra Suu Kyi fue presentada en noviembre del año pasado por el consejo electoral, cuyos miembros fueron designados por la junta militar. También están acusados el expresidente Win Myint y el exministro de la presidencia Min Thu.
De ser hallada culpable, el partido de Suu Kyi podría terminar prohibido y ella podría quedar impedida de participar en futuras elecciones.
Según los cargos, los exfuncionarios “participaron en procesos electorales, fraude electoral y acciones ilegales” vinculadas a los comicios.