Dos defensoras de las víctimas de abuso sexual criticaron duramente el miércoles al primer ministro australiano, Scott Morrison, por su respuesta a las denuncias de acoso e intimidación en el Parlamento.
La exfuncionaria pública Brittany Higgins, cuya denuncia de haber sido violada en el Parlamento desató protestas en el país, reclamó que "muy poco ha cambiado" desde que dio a conocer su experiencia en 2021.
Higgins se mostró triste y devastada en un discurso sobre las acciones del gobierno conservador al cual sirvió.
Afirmó que la respuesta del primer ministro a sus denuncias, en la que él invocó a sus propias hijas y esposa, fueron "chocantes y a veces un poco ofensivas".
"Yo no quiero su conmiseración como padre. Yo quería que usara su poder como primer ministro", declaró Higgins.
A ella se sumó Grace Tame, una sobreviviente de abuso sexual infantil, quien también fustigó el liderazgo de Morrison el último año en este tema.
"A menos que nuestros líderes asuman plena responsabilidad por sus errores, la cultura del abuso persistirá en el Parlamento, marcando un parámetro corrupto para el resto del país", advirtió Tame.
La situación de las dos mujeres propició un debate nacional y múltiples investigaciones gubernamentales en Australia.
Una de esas investigaciones, de 450 páginas, determinó que un tercio de las personas que trabajan en el Parlamento y otros sitios federales han experimentado acoso sexual al trabajar allí.
En respuesta al informe, Morrison se disculpó directamente ante Higgins.
"Lo siento señora Higgins por las cosas terribles que pasaron aquí (...) Pero lo siento todavía por mucho más, por todas aquellas que antes de la señora Higgins soportaron lo mismo", expresó el gobernante.
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