SAN DIEGO (AP) — Un aspirante a las fuerzas especiales SEAL que falleció apenas horas después de completar la extenuante prueba de la Semana del Infierno fue identificado el domingo como un marino de 24 años que se integró a las fuerzas armadas el año pasado.
El marinero Kyle Mullen murió el viernes en un hospital del área de San Diego después de que él y otro cadete SEAL reportaron síntomas de un padecimiento desconocido, informó la Armada.
El otro marino, cuyo nombre no se ha dado a conocer, permanecía hospitalizado en condición estable, reportó el domingo el diario San Diego Union-Tribune.
La causa de muerte se desconoce y está siendo investigada. Ambos hombres enfermaron apenas horas después de completar con éxito la prueba que culmina la primera fase de evaluación y selección para la clase de élite Demolición Básica Submarina/SEAL (BUD/S).
La Armada indicó que ninguno de los dos experimentó un accidente ni incidentes inusuales durante la Semana del Infierno, que dura cinco días y medio.
El contraalmirante H.W. Howard III, al frente del Comando de Guerra Especial Naval en Coronado, California, expresó sus condolencias a la familia de Mullen en un comunicado.
“Estamos extendiendo todas las formas de apoyo que podemos a la familia Mullen y a los compañeros de clase de Kyle en BUD/S”, señaló Howard.
Mullen ingresó a la Armada en marzo de 2021, según su biografía allí. En julio se reportó al entrenamiento de los SEAL en Coronado, indicó el Union-Tribune.
La prueba de la Semana del Infierno forma parte de la clase BUD/S, que implica demolición básica submarina, supervivencia y otras tácticas de combate. Se lleva a cabo en la cuarta semana de evaluación de candidatos para los SEAL, en la que aspiran a ser seleccionados para ser entrenados en el Comando de Entrenamiento Básico de Guerra Especial Naval.
El programa SEAL pone a prueba la fortaleza física y psicológica, así como la capacidad en el agua y las habilidades de liderazgo. Es tan extenuante que entre el 50% y el 60% de los aspirantes no logran salir airosos de la Semana del Infierno, en la que a los candidatos se les exige llegar al límite de sus fuerzas.