Barcelona, 6 feb (EFE).- Luis Suárez fue protagonista en su regreso al Camp Nou con público, que le ovacionó al pronunciarse su nombre por megafonía cuando se anunciaron las alineaciones, pero se vio sobrepasado por el vendaval del Barça, con un protagonismo especial para dos jugadores que volvieron a vestir la camiseta azulgrana en el feudo azulgrana, Adama Traoré y Dani Alves. El uruguayo, que le marcó a su exequipo en el encuentro de la primera vuelta en el Wanda Metropolitano, volvió a hacerlo en el Camp Nou al rematar de cabeza a boca de gol una asistencia, también de cabeza, de José Giménez que significó el 4-2. Con la pelota en la mano, de camino al centro del campo pidió perdón a su anterior afición. Previamente, Suárez ya había dado la asistencia a Yannick Carrasco que abrió el marcador en el Camp Nou cuando tan solo se habían disputado ocho minutos. Pero, a partir de entonces, Suárez perdió trascendencia y no volvió a incomodar a Marc-André Ter Stegen hasta su gol. La posición que dejó libre Ousmane Dembélé en la banda derecha del ataque la ocupó Adama, una de las incorporaciones del último tramo del mercado de invierno, que encaró una y otra vez a Mario Hermoso con resultados satisfactorios. Su adaptación no ha podido ser más rápida tras jugar cinco años y medio en Inglaterra después de debutar con el primer equipo del Barça. En uno de los desbordes por la banda, Adama dejó atrás al lateral español para poner un centro que remató de cabeza 'Gavi', dándole la vuelta al marcador con el 2-1 cuando tan solo se habían jugado 20 minutos. La asistencia del primer gol azulgrana también fue obra de un jugador que debutó por segunda vez en el Camp Nou, Dani Alves. El lateral brasileño le puso un balón perfecto a su compañero Jordi Alba para que éste lo pudiera impactar de volea, originando una parábola que se coló por la escuadra izquierda de la portería de Jan Oblak. Pero el mejor y el peor momento de la tarde para el brasileño aún estaban por llegar. En el 52, le llegó un balón soñado en la frontal del área y su disparo fuerte y raso se convirtió en el 4-1 y en su primer gol de su segunda etapa en el Barça. Además, es el tanto marcado por un jugador más veterano en toda la historia del club, con 38 años y 276 días. La noticia aciaga se presentó 20 minutos más tarde, cuando Alves hizo una entrada por detrás a la altura del gemelo a Yannick Carrasco y Gil Manzano, después de consultarlo en el VAR, decidió expulsar con roja directa al jugador del Barça. En ese momento, Pierre-Emerick Aubameyang, otro de los fichajes de invierno, ya había entrado en el campo para sustituir a Adama y Ferran Torres, la cuarta y última incorporación de Mateu Alemany este mes de enero, aún resistía en el terreno de juego aunque sin tener demasiada influencia en el juego azulgrana. Así, el Camp Nou, que pudo volver a tener un 100% de aforo, pudo disfrutar de un gran triunfo de su equipo y de los cuatro fichajes. La entrada fue la tercera mejor de la temporada con 74.228 espectadores y se quedó muy cerca de la segunda, los 74.418 que hubo ante el Espanyol en el debut en el banquillo de Xavi. En el primer puesto siguen los 86.422 del 'Clásico' ante el Real Madrid. Por su parte, Ousmane Dembélé recibió una sonora pitada del Camp Nou durante el calentamiento. Desde la megafonía se anunciaron los futbolistas suplentes del equipo de Xavi Hernández y los aficionados presentes lo aprovecharon para mostrarle su indignación al jugador, que no ha querido renovar ni buscar una salida a otro club durante este mercado de invierno. El extremo francés no disputó ni un solo minuto ante el Atlético, aunque Xavi lo incluyó en la convocatoria y en la previa explicó que sería uno más de la plantilla tras dejarlo en casa ante el Athletic Club en Copa del Rey y el Alavés en Liga. En el descanso, fue el único que no se ejercitó entre los suplentes azulgranas. Sergio Escudero.