Georgiano compite en luge en Pekín-2022 con el recuerdo de su primo muerto en Juegos de 2010

Guardar

Doce años después de la trágica muerte de su primo en los Juegos Olímpicos de Invierno de 2010 en Vancouver, el georgiano Saba Kumaritashvili perpetúa la tradición familiar en luge en los Juegos de Pekín, impulsado sobre el hielo por el recuerdo del trágico accidente.

Nodar Kumaritashvili falleció después de que su trineo de carrera se saliese de la pista semitubular durante un entrenamiento en los Juegos de la ciudad canadiense en 2010, unas horas antes de la ceremonia inaugural.

Esa tragedia familiar alentó al georgiano a perseguir su sueño de participar en los Juegos en este deporte de velocidad.

"Pienso en Nodar. Pienso todo el tiempo en él", confiesa Saba Kumaritashvili, quien no logró clasificarse a la final después de su 31º puesto en las calificaciones del sábado en el Centro Nacional de Deslizamiento en Yanqing (a 90 kilómetros al noroeste de Pekín).

"Yo no tenía miedo. Quería participar en los Juegos Olímpicos para competir", prosigue el georgiano de 21 años, la misma edad que contaba su primo en el momento su trágico fallecimiento.

Saba Kumaritashvili sólo tenía nueve años cuando su primo Nodar resultó muerto en Vancouver, pero "él es una de las razones por las que practico luge", aunque "no recuerdo mucho de él, apenas unos momentos concretos".

El luge es practicado en la familia Kumaritashvili desde hace generaciones.

"Después de (la muerte de) Nodar, yo no quería que la disciplina muriese en Georgia", explica.

"Mis padres no se opusieron a que yo hiciese luge. Creo que lo deseaban más que yo", bromea Saba Kumaritashvili.

El bisabuelo de Saba, Aleko, dirigió el proyecto de construcción de la primera pista de Georgia, entrenó al equipo del país, y dirigió a la federación nacional de luge.

ryj/add/iga/psr

Guardar