La justicia francesa inculpó por "violencias agravadas" a siete miembros de una comunidad judía ultraortodoxa que dirigía una escuela talmúdica para niños cerca de París, informó este sabado la Fiscalía.
La yeshivá Beth Yossef, situada a 60 kilómetros al este de París, acogía a 40 adolescentes de más de 12 años, así como a 22 jóvenes mayores, principalmente de nacionalidad israelí y estadounidense. Según la justicia, estaban sin escolarización declarada.
Los dirigentes del centro fueron detenidos el viernes bajo sospecha de "violencias voluntarias sobre personas vulnerables", "abuso de la vulnerabilidad de una persona colocada en una situación de sometimiento psicológico", o "condiciones de alojamiento contrarias a la dignidad".
Situada desde 1948 en el pueblo de Bussières, a 60 km de la capital francesa, la yeshivá es conocida por sus métodos estrictos.
Entre los inculpados figuran un rabino de 75 años -figura espiritual de la escuela-, el director del centro, de 48 años, un referente de 32 años y otros miembros del personal directivo y docente.
En general, "negaron los hechos, aunque algunos pudieron describir actos como bofetadas y golpes", declaró el viernes a la prensa la fiscal francesa Laureline Peyreffite.
El mismo día, Peyreffite explicó que los alumnos estaban "totalmente aislados del mundo exterior, salvo por el contacto telefónico con sus padres bajo autorización" y que "sus pasaportes fueron confiscados".
Además, vivían en "condiciones insalubres", alojados en un antiguo sanatorio en ruinas, agregó.
La Fiscalía había solicitado que los siete sospechosos fueran acusados de "secuestro en banda organizada", inculpación que la justicia no consideró adecuada en lo inmediato.
Los abogados del centro, Philippe Ohayon y Dan Mimran, saludaron esta decisión. Esto "invalida la tesis de las derivas sectarias y resta credibilidad a la operación casi militar llevada a cabo contra esta yeshivá", dijo Ohayon a la AFP.
El lunes, 17 miembros de la comunidad fueron detenidos durante una operación que movilizó a 130 agentes de seguridad.
Las autoridades abrieron una investigación después de que un alumno estadounidense se fugara de la escuela en julio para buscar refugio en la embajada de Estados Unidos en París. Otros dos adolescentes se escaparon también después.
Algunos alumnos fueron entregados a sus padres este fin de semana y otros fueron acogidos por las autoridades, en colaboración con la Cruz Roja.
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