Madrid, 5 feb (EFE).- La reina del Reino Unido cumple este domingo 70 años en el trono, lo que la convierte, según la mayoría de recuentos, en la monarca que ostenta el reinado más largo de la historia solo superada por Luis XIV, también conocido como el Rey Sol en Francia, que se mantuvo 72. Algunos listados sitúan no obstante en primer lugar al rey Sobhuza II de Suazilandia, que reinó durante 82 años si bien en algunos momentos su territorio fue un protectorado británico, y ubican en primeras posiciones también al rey Johann II de Liechtenstein, con 70 años y 91 días, y Bhumibol Adulyadej de Tailandia, en el trono durante siete décadas de 1946 a 2016, aunque su coronación fue en 1950. La tatarabuela de Isabel II, la reina Victoria y emperatriz de la India, quien como a la actual soberana no le correspondía ser reina al ocupar el quinto puesto en la línea de sucesión, logró igualmente un récord con 63 años y 216 días (del 20 de junio de 1837 al 22 de enero de 1901). Entre los monarcas vivos, siguen a Isabel II el sultán de Brunéi, Hassanal Bolkiah, con 55; la reina Margarita de Dinamarca, con 50; el rey Carlos XVI Gustavo de Suecia, con 49, y el actual rey de Suazilandia, Mswati III, con 36. Nacida en 1926 y primogénita del entonces príncipe Jorge, duque de York, Isabel II no estaba destinada a reinar pero la abdicación de su tío Eduardo VIII para poder casarse con la estadounidense Wallis Simpson cambió el escenario de sucesión y su padre asumió el trono en diciembre de 1936, de tal forma que Isabel se convirtió en heredera con tan solo diez años. La prematura muerte del rey Jorge VI el 6 de febrero de 1952 a consecuencia de un cáncer de pulmón a los 56 años, sorprendió a su joven hija en Kenia, lo que supuso su acceso al trono con tan solo 25. Su coronación el 2 de junio de 1953 en la Abadía de Westminster, se convirtió en el gran acontecimiento mundial del año y en la primera retransmisión en directo que hizo la BBC. A lo largo de su reinado, la reina Isabel ha recorrido tantos kilómetros como el equivalente a 42 vueltas completas alrededor del mundo y ha protagonizado unos 265 viajes al exterior, entre ellos el que hizo a España en octubre de 1988, el primero de un monarca del Reino Unido, y su visita en mayo de 1991 a EEUU, ante cuyo Congreso pronunció el primer discurso de un monarca británico. Nacido en 1946, los 55 años del sultán de Brunéi como dueño absoluto de su país le sitúan en el segundo lugar después de la reina Isabel. Vigésimo noveno sultán de una dinastía que se remonta al siglo XIV y que gobierna uno de los países más pequeños del mundo, accedió al trono en 1967 tras la abdicación de su padre. Máximo exponente de la religión islámica, y uno de los hombres más ricos del mundo, en 1984, tras lograr su país la independencia formal de los británicos, se convirtió en dueño absoluto de Brunéi y su familia pasó a dirigir el sultanato. Margarita de Dinamarca ocupa el tercer lugar en el mundo como monarca viva con más tiempo en el trono, con 50 años. Nacida en 1940 y primogénita de dos hermanas más del Rey Federico IX, contaba 13 años cuando el 5 de junio de 1953 fue proclamada heredera a la Corona gracias a una reforma constitucional que derogó la Ley sálica que excluía a las mujeres del trono. El 14 de enero de 1972 accedió al mismo tras la muerte de su padre, lo que le convirtió en la segunda Reina de la historia de Dinamarca, después de Margarita I (1387-1412). Carlos Gustavo de Suecia, el monarca más duradero en el trono en su país, reina desde 1973 y sería el cuarto del mundo. Su padre murió en un accidente aéreo en Copenhague en 1947, cuando él no tenía aún un año; y el fallecimiento de su bisabuelo, Gustavo V, le convirtió en príncipe heredero a los cuatro. La última monarquía absoluta de África la ostenta Mswati III de Suazilandia, rey de Suazilandia, que reina y gobierna en este pequeño país desde 1986 y ocupa, con 35 años de reinado, el quinto lugar de permanencia en un trono en el mundo. Apoyado por una enorme corte de tradicionalistas y familiares que se benefician del sistema, sigue fielmente las ideas de su padre, el fallecido rey Sobhuza II, y se niega a introducir una democracia multipartita en el reino. El país no ha tenido una constitución de tipo occidental desde que su padre aboliera la Carta Magna en 1973. EFE Msp-doc/vg/jm/amg