SAN JUAN, Puerto Rico (AP) — Miles de maestros en todo Puerto Rico abandonaron las aulas el viernes y salieron a las calles para exigir salarios más altos, mejores condiciones laborales y mayores pensiones en medio de una crisis económica.
Varias escuelas estaban completamente sin maestros, mientras los manifestantes se reunían en la capital, San Juan, y otras ciudades, incluidas Mayagüez y Aguada. Marcharon, aplaudieron y golpearon ollas, animados por gente solidaria que tocaba las bocinas de sus autos al paso de las marchas.
“Nosotros estamos cansados, cansados de que no se nos reconozca”, afirmó Joalice Santiago, una maestra de 34 años que enseña español y ciencias a cuarto y quinto grados. “Ya es tiempo que el maestro se levante y le explique al mundo cuán valiosa es la profesión”, agregó.
Dijo que da clases particulares después de la escuela para tener más ingresos. Aseguró que muchos maestros en Puerto Rico se ven obligados a tener dos o tres empleos para llegar a fin de mes mientras aumenta el costo de los alimentos, la electricidad y el agua, en momentos en que la isla lucha por salir de la bancarrota y trata de recuperarse del huracán María y de una serie de terremotos.
La protesta es la más grande en lo que va de semana. El Departamento de Educación de Puerto Rico anunció el jueves que unos 5.000 maestros, o alrededor del 25% de los que trabajan en las escuelas públicas, se ausentaron. El viernes, funcionarios dijeron que 70% de los maestros estaban ausentes. Alexis Ramos, vocero del Departamento de Educación de Puerto Rico, dijo que las autoridades pronto comentarán sobre la situación.
Las protestas ocurren pocos días después de que una junta de control federal que supervisa las finanzas de Puerto Rico y la salida de la bancarrota del territorio estadounidense aprobara un plan fiscal que contiene aumentos salariales para maestros y otros empleados públicos. Los maestros verían un aumento promedio del 27% en comparación con lo que ganaron en el año fiscal 2019. Recibirían la mitad de ese aumento el 1 de julio, y la otra mitad estaría vinculada a que terminen un sistema de nómina y asistencia y se aseguren de que se mantenga la asistencia de estudiantes.
La Asociación de Maestros de Puerto Rico rechazó la medida, diciendo que solamente aumenta los salarios base a 2.220 dólares al mes en lugar de los 3.500 que ha solicitado. “No se puede seguir utilizando la quiebra como excusa. ... Los maestros no quieren ser más invisibilizados ni que le ofrezcan más migajas, sino una solución concreta que les provea una mejor calidad de vida”.
El gobernador Pedro Pierluisi dijo que su administración respeta el derecho a la libertad de expresión y que todavía está trabajando para asegurar aumentos aún mayores para todos los servidores públicos.
“Esta lucha no ha terminado”, expresó, pero advirtió que ciertas responsabilidades no pueden ser ignoradas. “Nuestros estudiantes necesitan ahora más que nunca que se les garantice una educación presencial adecuada, y para ello necesitan a sus maestros en el salón de clases”.
Santiago dijo que los maestros de su escuela protestaron a principios de esta semana antes de que sonara la campana, pero que el viernes todos cerraron sus aulas para unirse a la protesta con el apoyo de la propia directora. Recalcó que muchos maestros en toda la isla también se ven obligados a pintar sus propias aulas o comprar ventiladores porque el gobierno no proporciona los recursos suficientes.
“Está difícil”, afirmó. “El gobernador tiene mucho que pensar... mucho que hacer”.