La masacre cometida por milicianos en un campamento de desplazados el martes en Ituri, noreste de la República democrática del Congo (RDC), causó 62 muertos, anunció el viernes un funcionario local en una ceremonia de inhumación colectiva.
Los 53 ataúdes de diferentes colores, alineados en dos filas, fueron enterrados en una gran fosa cavada en la tierra ocre, en Plaine Savo, lugar atacado el martes, constató un periodista de la AFP.
Otros nueve cuerpos fueron recuperados por sus familias y enterrados en sus pueblos de origen, indicaron los organizadores de la ceremonia.
Anteriores balances registraron 52, 54, 56 muertos, hombres, mujeres y niños atrozmente asesinados en muchos casos con machete, en esta nueva masacre atribuida a la milicia Codeco (Cooperativa para el desarrollo del Congo).
Codeco pretende defender los intereses de la comunidad Lendu y ataca principalmente a la comunidad Hema.
"Mataron a 62 personas, entre ellas 17 niños e hirió a 46 otros desplazados", declaró Emmanuel Ndalo, director del campamento de Plaine Savo.
"Las víctimas fueron atacadas con machetes, los pies y las manos cortadas... Es verdaderamente horrible lo que vivimos", agregó.
Ndalo pidió "una investigación de urgencia" y la protección del sitio por el ejército y los Cascos azules. Según él, más de 40.000 personas están siendo albergadas en Plaine Savo.
Durante la ceremonia, una muchedumbre de miles de personas, desplazados y habitantes de los alrededores, se congregó, y las mujeres lloraban y gritaban reclamando la razón por la que fueron "abandonados".
Ituri y la provincia vecina de Kivu Norte están en estado de sitio desde mayo, medida excepcional que da plenos poderes al ejército y a la policía, pero no ha impedido las atrocidades de los grupos armados
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