Washington, 4 feb (EFE).- La Casa Blanca intentó restar importancia este viernes a la cumbre entre los presidentes de China, Xi Jinping, y Rusia, Vladímir Putin, al afirmar que tiene su "propia relación" con Pekín y cuenta con numerosos aliados para responder a la situación en Ucrania. "La reacción del presidente (de Estados Unidos, Joe Biden) es que nosotros tenemos nuestra propia relación con China", dijo la portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki, en su rueda de prensa diaria. Preguntada por la reunión de este viernes en Pekín entre los dos principales rivales geopolíticos de Estados Unidos, la portavoz recordó que el Gobierno estadounidense ha mantenido varios contactos con China para tratar de convencerles de su postura respecto a Rusia y Ucrania. "Hemos subrayado los riesgos globales de seguridad y económicos que presentaría una mayor agresión rusa contra Ucrania, y expresado que la desescalada y la diplomacia son el camino responsable", dijo Psaki. Washington también ha alertado a Pekín de que un conflicto en Europa "impactaría los intereses de China en todo el mundo", y sigue comunicándose con el Gobierno de Xi "a un nivel muy alto". Psaki se pronunció así a pesar de que, el pasado lunes, China dejó claro que no está del lado de Estados Unidos en lo relativo a la crisis en Ucrania, al apoyar el intento frustrado de Rusia de evitar que se debatiera el tema en el Consejo de Seguridad de la ONU. En su reunión de este viernes en Pekín, los presidentes ruso y chino se comprometieron a afrontar juntos lo que consideran "injerencias externas" y "amenazas a la seguridad regional". Sin citar directamente la crisis en Ucrania, la declaración conjunta de ambos líderes criticó a aquellos países -de nuevo, sin mencionar a Estados Unidos- que "socavan los legítimos derechos e intereses de otros países, además de crear fricciones y enfrentamientos". La portavoz de la Casa Blanca insistió en que Biden está centrado en "seguir uniéndose con aliados y socios para responder de forma decisiva si Rusia invade Ucrania". "Sobre lo que tenemos control es nuestras propias relaciones y la proyección de nuestros propios valores, además de la búsqueda de formas de trabajar con otros países incluso cuando no estamos de acuerdo, y eso forma parte de la diplomacia", concluyó Psaki. La tensión se ha disparado en el último mes por la movilización de más de 100.000 soldados rusos en la frontera con Ucrania, que ha llevado a EE.UU. y Rusia a enzarzarse en una batalla propagandística. Moscú ha repetido en varias ocasiones que no quiere una guerra con Kiev y que no amenaza a Ucrania, mientras que Washington alerta desde hace semanas de que los rusos podrían atacar el país vecino "en cualquier momento". Esta semana, el Pentágono anunció el despliegue "en los próximos días" de 3.000 soldados en Rumanía, Polonia y Alemania para reforzar las defensas de sus aliados ante un posible ataque ruso contra Ucrania. EFE llb/ssa/eat