La cumbre de la Unión Africana del próximo fin de semana en la capital de Etiopía probablemente degenerará en un intenso debate sobre las relaciones con Israel, un diferendo inhabitual dentro de la organización, que da especial importancia al consenso.
La polémica estalló en julio, cuando el presidente de la Comisión de la Unión Africana (UA), Moussa Faki Mahamat, aceptó la acreditación de Israel, con el estatus de observador, dándole a ese país una victoria que llevaba esperando dos décadas.
Pero poderosos miembros de la organización (a la que están adheridos 55 países), con Sudáfrica a la cabeza, protestaron rápidamente, afirmando que la decisión suponía un hecho consumado y que iba en contra de numerosas declaraciones de la UA de apoyo a los Territorios Palestinos, algunas de las cuales firmadas por el propio Faki.
"Esto fue un choque, puesto que la decisión se tomó justo cuando el pueblo oprimido de Palestina estaba siendo acosado con bombardeos destructores e implantaciones ilegales en sus tierras", declaró en diciembre la ministra sudafricana de Relaciones Exteriores, Naledi Pandor, que calificó la decisión de "inexplicable".
Así, Sudáfrica y Argelia incluyeron la cuestión en el orden del día de la cumbre que la UE celebrará a partir del sábado en Adís Abeba, según documentos consultados por la AFP.
Los analistas prevén que el asunto genere un gran debate y que incluso desemboque en una votación.
"Veinte años después de la formación de la Unión Africana, llega el primer problema que dividirá seriamente" a la organización, subrayó Na'eem Jeenah, director ejecutivo del Afro-Middle East Center, de Johannesburgo.
"Sea cual sea la decisión que se tome en la cumbre, la UA estará dividida como nunca lo ha estado", apuntó.
Israel estaba acreditado ante la Organización de la Unión Africana (OUA), creada en 1963, pero perdió ese estatus cuando ésta fue disuelta y remplazada por la Unión Africana en 2002.
En aquel entonces, el gobierno israelí acusó al dirigente libio Muamar Gadafi, muy influyente en la UA hasta su muerte, en 2011, de estar detrás del cambio.
En julio, el Ministerio israelí de Relaciones Exteriores dijo que la exclusión suponía una "anomalía", dado que Israel mantiene relaciones diplomáticas con 46 países africanos.
Pero el contexto en el que nació la UA en 2002 no es el mismo que el de la fundación de la OUA, cuarenta años antes, por lo que la UA es una organización diferente, subraya Na'eem Jeenah.
Para los analistas y diplomáticos, el resultado de una eventual votación es de lo más incierto.
Los principales apoyos de Israel son Ruanda y Marruecos, pero hay muchos países que no han expresado su posición.
En cualquier caso, cualquier decisión sobre el tema requerirá del apoyo de dos tercios de los Estados miembros.
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