Irán comunicó a la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA) que cesó la producción en uno de los sitios nucleares atacado en junio, y decidió su traslado a otro lugar, indicó el lunes el organismo internacional.
El complejo de Tesa en Karaj, situado cerca de Teherán, albergaba un taller de fabricación de componentes de centrifugadoras, utilizadas para enriquecer uranio.
La República islámica había afirmado el verano pasado haber detectado una operación de "sabotaje" que atribuyó a Israel.
Por lo tanto la AIEA no fue autorizada a acceder y reemplazar su material de vigilancia dañado en el incidente.
Un acuerdo entre las partes se logró finalmente en diciembre y se instalaron nuevas cámaras.
Sin embargo, Irán optó por "un nuevo lugar en Ispahan" (centro), donde el país dispone de un importante centro nuclear, según una declaración transmitida por la AIEA a la prensa tras un informe de su director general, Rafael Grossi, a los Estados miembros.
La Agencia con sede en Viena, cuyo papel es controlar el carácter pacífico del programa nuclear iraní, dice que "pudo ajustar sus medidas de vigilancia".
"Los inspectores colocaron sellos en las máquinas del taller de Karaj, las cubrieron y retiraron las cámaras", indica la AIEA, que puso su dispositivo en Ispahan antes del inicio de la producción.
Esta mudanza responde a una "preocupación de seguridad" tras el ataque del 23 de junio de 2021, dijo a la AFP un diplomático europeo. El nuevo sitio está "mejor protegido", agregó.
Irán aceleró sus actividades nucleares en los últimos años, en respuesta a la retirada de Estados Unidos en 2018 del acuerdo internacional firmado tres años antes.
El acuerdo logrado entre Irán de un lado y Alemania, China, Estados Unidos, Francia, Reino Unido y Rusia, del otro, otorgaba a la República islámica una drástica reducción de las sanciones internacionales a cambio de una fuerte limitación de su programa atómico.
Tras una larga suspensión, las negociaciones se reanudaron a fines de noviembre.
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