Por Marco Aquino y Marcelo Rochabrun
LIMA, 28 ene (Reuters) -El Ministerio del Medio Ambiente de Perú y la firma española Repsol SA aumentaron significativamente el viernes su estimación del volumen de petróleo que derramó una refinería de la empresa en el Océano Pacífico, a más de 10.000 barriles desde los 6.000 barriles iniciales.
Repsol dijo que había calculado que el derrame era equivalente a 10.396 barriles, en respuesta a una estimación revisada del gobierno que situaba la cifra en 11.900 barriles.
La compañía, que enfrenta una investigación por el presunto delito de daño ambiental, no había dado a conocer su propio cálculo desde que ocurrió el derrame el 15 de enero, cuando un buque tanque descargaba combustible para la Refinería La Pampilla, al norte de la ciudad de Lima.
Repsol manifestó en un comunicado que ya se ha recuperado el 35% del petróleo vertido frente a la costa peruana.
Más temprano el viernes, un juez prohibió la salida del país durante 18 meses al presidente de Repsol Perú y a otros tres ejecutivos de la empresa, quienes encaran cargos que contempla una pena de cárcel no menor de cuatro años y no mayor de seis.
La medida afecta a Jaime Fernández-Cuesta Luca de Tena, de nacionalidad española, quien también ocupa el cargo de gerente general de la Refinería La Pampilla, según el juez.
En la diligencia judicial, que comenzó el jueves, la fiscal del caso Tamara Gonzales había manifestado que los ejecutivos investigados no cumplieron con sus "responsabilidades funcionales" tras el derrame de crudo, lo que, según afirma, originó que la contaminación del mar y playas se extienda y cubra hasta unos 140 kilómetros del litoral.
Los abogados de Repsol no apelaron la decisión.
La Refinería La Pampilla, la más grande de Perú, derramó el petróleo luego de que un buque vertió petróleo por el ducto que abastecía a la planta, un hecho atribuido por Repsol a fuertes oleajes horas después de la erupción un volcán a miles de kilómetros en el Océano Pacífico.
REPSOL PROMETE COOPERACIÓN
Una portavoz de la refinería dijo que la empresa no era responsable del derrame y culpó a la Marina peruana por no dar una alerta de tsunami tras la erupción del volcán de Tonga, que desencadenó alertas de tsunami en todo el Océano Pacífico.
La fuga de crudo ha cubierto al menos 21 playas y dos zonas de reservas naturales e islotes de aves guaneras al norte de la ciudad de Lima, según la autoridad ambiental. En tanto, expertos temen que la masa de crudo pueda seguir expandiéndose por la corriente marina que va de sur a norte frente a la costa.
El Gobierno peruano ha calificado el evento como un "desastre ecológico" y evalúa imponer sanciones, entre ellas la suspensión de la operación de la empresa; al margen de pedidos de indemnizaciones para el Estado y para los miles de pescadores y comerciantes -que viven de turismo- afectados por el derrame.
La Refinería La Pampilla, que representa el 54% de la capacidad de refinación de combustibles de Perú, fue comprada por Repsol en 1996 en una privatización.
Repsol dijo en un comunicado que "seguirá cooperando con cualquier investigación criminal" relacionada con el derrame.
Una misión de expertos de las Naciones Unidas en Lima que brinda apoyo dijo el jueves, en base a información preliminar, que el hecho es "grave" según estándares internacionales, nivel que pone a dura prueba la capacidad de respuesta de un país.
El Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental (OEFA) dijo en la víspera que Repsol no cumplió en el plazo con identificar las áreas dañadas e inició un proceso para imponer una multa que puede llegar a 4,8 millones de dólares.
Repsol dijo en su mas reciente comunicado que tenía unas 2.000 personas limpiando los daños, con el apoyo de 119 máquinas pesadas en tierra, 11 tanques flotantes y 52 embarcaciones.
(Reporte de Marco Aquino y Marcelo Rochabrun,Editado por Carlos Serrano)