Legisladores y gobernadores buscan vetar libros en EEUU

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Un comité del Senado de Virginia desechó el jueves una iniciativa que habría requerido el consentimiento de los padres para que los estudiantes sacaran prestados libros sexualmente explícitos de las bibliotecas escolares.

El senador republicano Bill DeSteph presentó el proyecto de ley luego que padres del estado se quejaran sobre libros en las bibliotecas que incluían descripciones gráficas de actos sexuales. Este fue uno de varios asuntos escolares que impulsaron la victoria del gobernador republicano Glenn Youngkin en noviembre.

Inicialmente, la legislación requería que los sistemas escolares dieran voz a los padres en la revisión de los materiales antes de que estuvieran disponibles en las bibliotecas escolares. Pero DeSteph modificó significativamente su iniciativa antes de la reunión del comité del jueves. La propuesta revisada que fue rechazada habría requerido un permiso escrito de un padre antes de que un estudiante pudiera tomar prestado un libro con contenido explícito.

“No estamos tratando de prohibir libros. No estamos tratando de quemar libros”, dijo DeSteph.

El demócrata moderado Chap Petersen votó por anular la iniciativa, y así perdió por 8-7.

“No creo que debamos involucrarnos en la microgestión de las bibliotecas escolares”, dijo Petersen. “El problema es que vas a afectar libros que no tenías la intención de afectar”.

Petersen citó títulos como “The Kite Runner” (“Cometas en el cielo”), que tiene pasajes sexualmente explícitos, pero que es reconocido como un clásico.

Los simpatizantes de la iniciativa habían señalado libros como “Gender Queer”, una novela gráfica de Maia Kobabe que contiene ilustraciones explícitas de sexo oral y masturbación. El libro ha sido el foco de múltiples gobernadores republicanos. Los distritos escolares de Virginia han respondido de diferentes maneras a quejas sobre el libro. El condado de Fairfax lo retiró temporalmente, pero lo restauró después de una revisión. Las escuelas públicas del condado de Loudoun prefirieron retirarlo.

En Mississippi, la directora de un sistema de bibliotecas dijo que el alcalde de Ridgeland está reteniendo 110.000 dólares de la biblioteca de la ciudad porque tiene libros LGBTQ.

Tonja Johnson, directora ejecutiva del Sistema de Bibliotecas del Condado de Madison, dijo a noticieros que el alcalde de Ridgeland, Gene McGee, recibió quejas de ciudadanos sobre algunos libros que retrataban a miembros de la comunidad LGBTQ.

“Los fondos de este año fueron retenidos hasta que retiráramos lo que él calificó como ‘material homosexual’ de la biblioteca”, dijo Johnson a WAPT-TV. “Su razonamiento fue que, como cristiano, no podía apoyar eso y que no liberará los fondos hasta que retiremos el material”.

La medida es parte de una tendencia más amplia de conservadores en el país que intentan limitar el tipo de libros a los que están expuestos los menores de edad. Un libro sobre el Holocausto laureado con el premio Pulitzer se prohibió recientemente por un distrito escolar de Tennessee, mientras que los gobernadores republicanos de Carolina del Sur y Texas han pedido a los superintendentes que hagan una revisión sistemática de materiales “inapropiados” en las escuelas de sus estados.

En una declaración a la prensa, McGee no confirmó expresamente que no estaba proporcionando los fondos por la literatura LGBTQ, pero dijo que cree que algunos de los libros son “inapropiados para los niños”.

“Las connotaciones sexuales no son apropiadas para niños cuando llegan a la biblioteca”, dijo el alcalde.

Jason McCarty, director ejecutivo del grupo activista LGBTQ MS Capital City Pride, dijo que considera que las bibliotecas deberían ser lugares seguros donde la gente pueda aprender nuevas cosas.

“Creo que cuando empezamos a poner nuestras opiniones personales en situaciones, ahí es cuando podemos equivocarnos”, dijo McCarty a WLBT-TV.

El libro vetado en Tennessee fue por “lenguaje inapropiado” y por la ilustración de una mujer desnuda, según minutas de una reunión de la junta directiva escolar del condado de McMinn.

“Maus” le valió el premio Pulitzer a Art Spiegelman en 1992. La obra cuenta la historia de sus padres judíos viviendo en Polonia en la década de 1940 y en ella entrevista a su padre sobre sus experiencias como sobreviviente del Holocausto.

En una entrevista, Spiegelman dijo a CNBC que estaba “sorprendido” por la decisión de la junta escolar y calificó su acción de “orwelliana”.

“Me dejó con la boca abierta”, expresó.

La mujer desnuda está dibujada como un ratón. En la novela gráfica, los judíos se representan como ratones y los nazis como gatos.

“Muestra gente ahorcada, los muestra matando niños. ¿Por qué el sistema educativo promueve este tipo de cosas? No es inteligente ni saludable”, dijo el integrante de la junta escolar Tony Allman sobre el libro, que era parte del programa de arte y literatura de octavo grado.

La supervisora educativa Julie Goodin, antigua profesora de historia, dijo que le pareció que la novela gráfica era una buena manera de retratar un evento terrible.

“Es difícil para esta generación, estos chicos ni siquiera conocen el 11 de septiembre, ni siquiera habían nacido”, dijo Goodin. “¿Son objetables las palabras? Sí, nadie piensa que no lo son, pero eliminar la primera parte no cambiará el significado de lo que está tratando de retratar”.

La junta escolar de Tennessee subrayó en sus minutas que no se oponía a enseñar sobre el Holocausto, pero a algunos les preocupaba que la obra no fuera apropiada para la edad de los estudiantes.

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El periodista de AP Matthew Barakat contribuyó a este despacho desde Falls Chuch, Virginia.

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