27 ene (Reuters) -La tasa de desempleo de España cayó en el cuarto trimestre a su nivel más bajo desde el inicio de la crisis financiera de 2008, según los datos del jueves, ya que la contratación en los sectores agrícola y de servicios impulsó un repunte más rápido de lo esperado tras los despidos provocados por el coronavirus.
La tasa cayó al 13,33% desde el 14,57% del trimestre anterior, un descenso que la ministra de Economía, Nadia Calviño, calificó de "espectacular" y muy inferior al 14,20% previsto por los economistas encuestados por Reuters.
Los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), marcados por factores estacionales, fueron los más bajos desde el tercer trimestre de 2008, cuando se situaron en el 11,23%, y los más bajos para un cuarto trimestre desde el 8,57% de 2007.
La contratación en el sector privado representó la totalidad de los 153.900 puestos de trabajo añadidos durante el periodo, con la agricultura a la cabeza de las contrataciones, ya que las explotaciones contrataron trabajadores adicionales para ayudar en las cosechas de otoño de la aceituna y la uva.
Entre las regiones españolas, las Islas Canarias, dependientes del turismo, fueron las que añadieron más puestos de trabajo, con un aumento del 7%, ya que el archipiélago atlántico atrajo a multitudes de turistas del norte de Europa.
El turismo extranjero en España se aceleró en el último trimestre de 2021, pero sigue siendo un 40% inferior a los niveles anteriores a la pandemia.
A lo largo de 2021, España añadió más de 840.000 nuevos puestos de trabajo -el mayor salto desde 2005-, en gran parte debido al aumento de la contratación en el sector de los servicios.
Desde que alcanzó un máximo del 16,26% en el tercer trimestre de 2020, cuando España se tambaleaba por el impacto de la devastadora primera oleada del COVID-19, el desempleo ha descendido durante cinco trimestres consecutivos.
La llegada de la variante ómicron, muy infecciosa pero menos virulenta, elevó los casos a máximos históricos en diciembre, lo que provocó un pico de bajas laborales.
Sin embargo, la respuesta del Gobierno, que se negó a reintroducir restricciones a la circulación y a la actividad empresarial, limitó el impacto estructural sobre el empleo.
Las cifras de desempleo del INE del jueves no incluyen a los cerca de 100.000 trabajadores que seguían acogidos al plan de ERTE (bajas temporales financiadas por el Estado).
(Reporte de Joao Manuel Mauricio, Nathan Allen e Inti Landauro; edición de John Stonestreet; traducido por José Muñoz y Flora Gómez en la redacción de Gdańsk)