SEÚL, Corea del Sur (AP) — Corea del Sur registró el martes más de 8.000 nuevas infecciones de coronavirus por primera vez, mientras las autoridades de salud rediseñan la respuesta nacional contra la pandemia a fin de enfrentar el incremento impulsado por la altamente contagiosa variante ómicron.
Después de tres días consecutivos con más de 7.000 casos confirmados, la Agencia para el Control y la Prevención de Enfermedades de Corea dio a conocer 8.571 nuevas infecciones. Con la variante ómicron propagándose dos veces más rápido que la mutación delta responsable del repunte más reciente, los expertos aseguran que se podrían rebasar los 10.000 contagios esta semana y posiblemente los 20.000 antes de las festividades por el Año Nuevo Lunar, que comienza este fin de semana y se extiende hasta el próximo miércoles.
Para evitar que un súbito incremento de infecciones rebase la capacidad de los hospitales y afecte a los lugares de trabajo y servicios esenciales, Corea del Sur reducirá los periodos de cuarentena, ampliará la disposición de pruebas diagnósticas y brindará atención médica a más personas en sus residencias.
A partir del miércoles, los periodos de cuarentena para personas infectadas y con cuadro completo de vacunación se reducirá de 10 a siete días. Las personas completamente vacunadas que tengan contacto cercano con una persona portadora del virus no serán colocadas en cuarentena. Las autoridades también planean atender a un gran número de casos leves y moderados en la residencia del paciente, además de expandir el uso de pruebas rápidas de antígenos para detectar con mayor velocidad las infecciones.
Ómicron se ha convertido en la variante dominante en muchos países e infecta con mayor facilidad a aquellas personas vacunadas o que ya padecieron de COVID-19. Sin embargo, la vacunación y las dosis de refuerzo aún brindan una sólida protección contra una enfermedad grave, la hospitalización y la muerte.