Los delincuentes tendrán que pensárselo dos veces antes de intentar huir de la Policía francesa, ahora que esta ha comenzado a renovar su flota con 26 coches deportivos Alpine A110 de altas prestaciones. El fabricante Renault anunció el acuerdo en Twitter, y dos de los coches, con una velocidad máxima de 252 km/h, se acaban de incorporar al parque móvil de la Brigada de Intervención Rápida de la Gendarmería Nacional francesa. El Alpine puede pasar de 0 a 100 km/h en 4,5 segundos. Las unidades restantes se entregarán en los próximos cuatro años, todas ellas con un acabado en el azul característico del cuerpo de gendarmería, con franjas rojas y amarillas en el frontal y la zaga. Además de paneles LED para mostrar mensajes, los vehículos incorporan sirenas y equipos de radio. Según se informó, el modelo fue elegido para sustituir a los antiguos patrulleros Mégane R.S. y sigue la tradición de los primeros Renault Alpine de la Policía francesa adquiridos en 1966. "Estos vehículos permitirán a los gendarmes realizar intervenciones en la autopista, con coches de alta velocidad, en el marco de misiones de seguridad vial o de Policía judicial", reza un comunicado del Ministerio del Interior francés. La combinación de alta potencia y bajas emisiones del Alpine parecen haber sido decisivos para cerrar el trato. Los cuerpos de Policía de todo el mundo utilizan motores de alto rendimiento para la persecución de delincuentes a gran velocidad. Así y todo, el Alpine no llega a las prestaciones del coche de policía más rápido del mundo, un carismático Bugatti Veyron operado por las fuerzas policiales de Dubai. En Alemania, la Policía utiliza vehículos Porsche o BMW M2 para intervenciones de alta velocidad, mientras que Estados Unidos apuesta por imponentes todoterrenos. dpa