Beirut, 21 ene (EFE).- Al menos nueve personas murieron tras un motín de prisioneros del grupo yihadista Estado Islámico (EI) en la provincia de Al Hasaka, en el noreste de Siria, en el "mayor" incidente de este tipo desde la derrota de los radicales hace tres años, informó hoy el Observatorio Sirio de Derechos Humanos. Desde el alzamiento en la cárcel en la noche del jueves, coincidiendo con la explosión de un coche bomba, hasta la mañana del viernes, han fallecido seis miembros del EI, un civil y dos efectivos de la Policía kurda o Asayish, de acuerdo con un comunicado de la ONG, con sede en Reino Unido y una amplia red de colaboradores sobre el terreno. "Este ataque es el mayor y más violento de su tipo desde que el EI fue expulsado como fuerza controladora de las zonas pobladas en marzo de 2019", afirmó el Observatorio, y agregó que todavía se escuchan disparos en la zona y el vuelo de aviones de la coalición internacional liderada por EE.UU., que apoya a los kurdos en la lucha contra el EI. Según las Fuerzas de Siria Democrática (FSD), alianza armada liderada por kurdos a cargo de la seguridad en la zona junto a la Asayish, varios de los yihadistas en libertad que llevaron a cabo la detonación en el exterior de la cárcel huyeron posteriormente a viviendas civiles en un barrio cercano. En una serie de notas emitidas durante la madrugada, las FSD explicaron que los terroristas efectuaron disparos "al azar" dentro del perímetro de la cárcel de "Geweran" y en el aledaño vecindario de Al Zohour, donde los kurdosirios impusieron un cerco y lanzaron una operación de búsqueda. Al menos dos de los prisioneros fugados de las instalaciones penitenciarias han sido arrestados de nuevo, de acuerdo con la alianza armada. La cárcel, conocida como Geweran por su ubicación en el barrio homónimo de la ciudad de Al Hasaka, la capital provincial, fue escenario de otro motín en marzo de 2020, cuando algunos reclusos del EI lograron huir y destruir parte del edificio. Miles de combatientes del EI y sus familiares permanecen en cárceles o en campamentos de refugiados administrados por los kurdosirios en el noreste del país, la mayoría de ellos tras haber sido detenidos durante la ofensiva para expulsarlos de los últimos territorios que controlaban en el noreste de Siria. Las autoridades kurdosirias han llamado reiteradamente a la comunidad internacional a repatriar a sus ciudadanos vinculados con el EI, pero muy pocos países lo han hecho hasta el momento. EFE se-njd/fc/ah