Un total de 388 migrantes sin papeles, en su mayoría de Centroamérica, fueron detenidos en dos operativos realizados este miércoles en el estado de Veracruz, informó este miércoles el Instituto Nacional de Migración (INM).
A través de un comunicado, la dependencia detalló que en el municipio de Alvarado fueron halladas “334 personas que viajaban hacinadas al interior de la caja” de un trailer.
En otro operativo, en el municipio de Acayucan, “fueron identificadas 54 personas migrantes de origen centroamericano que eran trasportadas en un autobús” que viajaba a Ciudad de México.
Los conductores de los vehículos fueron detenidos por tráfico de personas mientras que los migrantes fueron trasladados a instalaciones del INM para proceder a su deportación.
Cabe mencionar que apenas el pasado 16 de enero, agentes de Migración d encontraron este domingo a 359 migrantes hacinados en el semirremolque furgón de un camión en la carretera Coatzacoalcos, en el mismo estado.
Según las autoridades, los agentes federales detuvieron al camión para realizar una revisión de rutina. Fue entonces “cuando se escucharon voces que provenían de la parte trasera del vehículo”. Al realizar la identificación de los migrantes encontraron a 294 guatemaltecos, 38 nicaragüenses, 15 salvadoreños, 8 hondureños y 4 ecuatorianos.
El chofer y el camión quedaron a disposición de la Fiscalía General de Justicia del Estado.
Por su parte, el consulado de Guatemala en Acayucan, Veracruz, informó en un comunicado que brindo asistencia a los migrantes connacionales, entre los que se encuentran 55 menores de edad no acompañados.
Las autoridades mexicanas han reforzado sus operativos para combatir el flujo migratorio irregular que busca sobre todo llegar a Estados Unidos.
Los migrantes en su travesía por México enfrentan numerosos peligros ante el acecho de criminales y de traficantes de personas que los trasladas en condiciones infrahumanas.
El 9 de diciembre un trailer que trasladaba a 160 migrantes irregulares chocó contra un puente peatonal en una carretera de Chiapas, dejando 56 fallecidos, en su mayoría guatemaltecos.
La tragedia se produjo después que se reactivara un polémico programa de Estados Unidos que obliga a los migrantes a esperar en México la respuesta a sus solicitudes de asilo.
Más de 190 mil personas sin papeles fueron detectadas en México entre enero y septiembre de 2021, el triple que en 2020. Unos 74 mil 300 han sido deportados.
Migrantes: una moneda de cambio
A un año de la llegada de Joe Biden a la Presidencia de Estados Unidos, las esperanzas de que se reviertan rápidamente algunas de las políticas fronterizas más dañinas de la era de Donald Trump resultaron ilusorias, ya que el continuo bloqueo del ingreso de migrantes al país del norte debilita la capacidad tanto de México como de EEUU para abordar la migración de una forma respetuosa de los derechos humanos, constructiva y sostenible.
La Oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos (WOLA por su sigla en inglés), advierte, a través de su análisis sobre “Las políticas del primer año de Biden hacia América Latina”, que pese a las promesas del mandatario estadounidense de construir la infraestructura necesaria para procesar este aumento de migrantes de una forma humana, durante su gobierno se han mantenido gran parte de las medidas establecidas durante el periodo de Trump, lo cual diezma el derecho a solicitar asilo en Estados Unidos, y pone en peligro a decenas de miles de migrantes y solicitantes de asilo en territorio mexicano.
Asimismo, la organización de derechos humanos añade que no hay evidencia de que el actual gobierno busque construir elementos necesarios para crear una frontera más humana para los migrantes, por lo que “la continua orientación de Estados Unidos en bloquear las solicitudes de asilo y las llegadas fronterizas debilita la capacidad de ambos gobiernos para abordar la migración de una forma respetuosa de los derechos humanos, constructiva y sostenible”.
El informe considera que este enfoque perpetúa el uso que hace el gobierno mexicano de las personas migrantes al tratarlas como “monedas de cambio”, cuyos derechos se intercambian para asegurar los acuerdos con el gobierno estadounidense.
Lo anterior, ha convertido a México en un destino principal para las personas que buscan protección en EEUU, y por lo que nuestro país ha recibido más de 131,000 solicitudes de asilo el año pasado, superando en un 87%el máximo anterior de 2019.
“Este repunte sin precedentes ha abrumado a la agencia mexicana de asilo, Comar, que sigue careciendo de fondos y personal, con miles de personas solicitantes de asilo atrapadas en condiciones inhumanas en pueblos fronterizos del sur de México mientras esperan la resolución de sus casos”.
WOLA también advierte que la militarización de las fronteras de México, así como la violencia que sufre nuestro país subrayan la necesidad de que ambos gobiernos centren el Estado de Derecho y los derechos humanos en la cooperación bilateral.
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