Por Francesco Canepa
FRÁNCFORT, 18 ene (Reuters) - Cuando Christian Hurtz abrió su factura de la luz justo antes de Año Nuevo, se quedó boquiabierto: se había triplicado con respecto a la tarifa que había contratado
Este desarrollador de software de 41 años de Colonia, en Alemania, es uno de los millones de europeos que han visto cómo se disparan los costes de la energía debido a que los proveedores salen del negocio por la subida de los precios del gas o los repercuten en los clientes.
Gastar más en calefacción, iluminación o en el funcionamiento del coche está tensando los presupuestos de muchos hogares y haciendo tambalear las expectativas de que un 'boom' económico impulsado por los consumidores siga a las restricciones de la época de la pandemia
"Al principio pensé que ese era el importe para tres meses", dijo Hurtz, cuya factura procedía del proveedor de último recurso después de que su propia compañía energética dejara de suministrar.
"Cuando me di cuenta de que lo querían para todos los meses, se me cayó la mandíbula. Me estropeó un poco las vacaciones de Navidad", dijo a Reuters.
En 2020, los hogares de la zona euro gastaron una media de 1.200 euros en electricidad y gas. Esa cifra se disparará hasta los 1.850 euros este año, según los analistas de BofA, ya que las tensiones geopolíticas hacen subir los precios del gas natural que la escasa oferta de energía procedente de fuentes renovables no puede compensar.
Hurtz y otros cientos de miles de clientes de empresas energéticas privadas que quebraron o dejaron de suministrar el año pasado -entre ellos 39 tan sólo en Alemania- se han encontrado pagando dos o tres veces más que las tarifas que creían tener aseguradas.
¿'BOOM' DEL CONSUMIDOR?
Este año estaba previsto que el gasto de los consumidores impulsara el crecimiento tras dos años de cierres y despidos de COVID-19.
El Banco Central Europeo dijo en diciembre que esperaba que la economía de la zona euro se expandiera un 4,2% en 2022, impulsada por un aumento del 5,9% del consumo privado.
Pero el aumento de los costes de la energía, que afecta a los hogares y a las gasolineras -el petróleo ha subido la mitad y los precios al por mayor del gas natural se han cuadruplicado en un año-, está poniendo en duda estas previsiones.
La energía suele representar algo más del 6% del consumo privado en la zona del euro, pero podría aumentar hasta el 8-10% como consecuencia del aumento de los precios, según las estimaciones de ING, lo que reduciría lo que se puede gastar en otros bienes.
"Esto también estaría en línea con episodios anteriores de aumento de los precios de la energía, en los que casi todos los países vieron caer otros gastos", dijo Carsten Brzeski, economista de ING
Es probable que el golpe al crecimiento sea significativo.
En Italia, por ejemplo, los precios del gas y la electricidad restarán un 2,9% al consumo de los hogares este año y un 1,1% al PIB si se mantienen cerca de sus niveles actuales, según la consultora Nomisma Energia.
"La debilidad del consumo italiano ha sido siempre uno de los principales impedimentos para un mayor crecimiento del PIB, y los niveles de 2022 agravarán aún más los problemas", dijo el presidente de Nomisma Energia, Davide Tabarelli.
El panorama es aún más grave en España, donde los economistas de BBVA cifran el golpe al crecimiento en un 1,4% para este año en las estimaciones publicadas en diciembre y basadas en unos precios de mercado inferiores a los actuales.
"Si el aumento de los precios procede de una mayor demanda, es menos perjudicial", dijo Miguel Cardoso, de BBVA Research. "La situación actual no es así. Estamos asistiendo a un choque negativo de la oferta".
En Alemania, el Instituto RWI estimó que el gasto de los consumidores probablemente no volverá a superar los niveles anteriores a la crisis hasta el segundo trimestre de 2022 y dijo que el aumento de los precios probablemente disuadirá a la gente de hacer compras importantes.
Francia fue una excepción parcial, ya que el Gobierno del presidente Emmanuel Macron, que busca la reelección en mayo, ha limitado el aumento de los precios de la electricidad al 4%.
Otros Gobiernos también están tomando medidas que van desde el recorte de impuestos a la energía hasta la concesión de subsidios a los hogares más pobres.
Pero estas medidas sólo compensarán una cuarta parte del aumento del 54% en las facturas de energía a partir de 2020, según las estimaciones de BofA.
Algunos ya han empezado a apretarse el cinturón.
"Hay que recortar de verdad", dijo Hurtz. "Ha llegado el momento en que uno debe preguntarse si todavía puede permitirse ese queso o si debe comprar uno de calidad inferior".
(Información adicional de Gavin Jones en Roma, Belén Carreño en Madrid, René Wagner en Berlín, Leigh Thomas en París, Angeliki Kotantou en Atenas, Stephen Jewkes en Milán, Bart Meijer en Ámsterdam y Nina Chestney en Londres; editado por Catherine Evans; traducido por Jose Muñoz)