El grupo automotor francés Renault anunció el lunes que sus ventas siguieron bajando en 2021, un 4,5%, por tercer año consecutivo, debido a la nueva política comercial pero también a la escasez de componentes electrónicos.
Tras haber logrado récord de ventas durante algunos años con sus vehículos "low cost", Renault redujo sus costes y modificó su trayectoria comercial, en busca de ventas rentables en lugar de ventas voluminosas.
Así, en un mercado más bien estable respecto al catastrófico año 2020, el constructor francés ha visto sus ventas reducirse a menos de 2,7 millones de vehículos en el mundo en 2021, es decir 1,2 millones menos que en 2018.
Sus competidores lo han hecho algo mejor. Es cierto que el líder del mercado europeo, el grupo Volkswagen, ha reducido sus ventas en 2,7% en el continente, pero el número dos Stellantis prevé anunciar un año estable mientras que Toyota o Hyundai-Kia están en alza.
Renault se ha visto asimismo fuertemente golpeado por los problemas de suministro de componentes electrónicos, según admitió su director general, Luca de Meo, el 13 de enero. Medio millón de coches no pudieron ser producidos por Renault por falta de estos insumos.
La lista de pedidos del grupo en Europa se ha duplicado respecto a 2020, y equivale a más de tres meses de ventas.
Estas listas incluyen en especial vehículos híbridos, utilitarios, el económico Dacia Sandero --segundo coche más vendido en Europa-- o el eléctrico Dacia Spring.
En 2022, el director comercial de la marca, Fabrice Cambolive, estima que las ventas de Renault se mantendrán "estables respecto al año (2021)" aunque existe "un potencial de alza causado por una fuerte demanda", según indicó en una conferencia de prensa.
Renault vendió un 30% de vehículos híbridos y eléctricos en Europa, contra el 17% en 2020. El grupo francés aspira a que sus ventas eléctricas representen el 100% en 2030.
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