El “partygate” levanta debate entre electores de Boris Johnson

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Agrega otra fiesta y nuevas disculpas ///Londres, 14 Ene 2022 (AFP) - Una maleta llena de alcohol y bailes hasta el amanecer mientras Isabel II se preparaba para enterrar a su marido en pleno confinamiento. Downing Street se disculpó el viernes con la reina tras estas revelaciones que rematan una semana desastrosa para Boris Johnson.Esta nueva filtración a la prensa cayó como una enésima bomba para el primer ministro británico, enfrentado a su mayor crisis desde que llegó triunfalmente al poder en 2019 prometiendo llevar a cabo el estancado Brexit.Y también para la monarca, de 95 años, que el jueves ya había tenido que lidiar con el escándalo provocado por su "hijo predilecto", el príncipe Andrés, al que privó de sus honores reales ante la amenaza de un juicio civil en Estados Unidos por agresión sexual a una menor. En una imagen que quedará grabada como símbolo del rigor de los confinamientos en el Reino Unido, el 17 de abril de 2021 se vio a la reina, de riguroso luto, sentada totalmente sola en la capilla del castillo de Windsor durante el funeral del príncipe Felipe, con quien estuvo casada siete décadas.Según el diario conservador Daily Telegraph, esa misma madrugada el personal de Downing Street había celebrado por todo lo alto la partida de dos colaboradores: el director de comunicación James Slack, ahora subdirector de The Sun, y un fotógrafo personal de Johnson."Es profundamente lamentable que esto haya tenido lugar en un momento de luto nacional y Downing Street se ha disculpado con el palacio", declaró el viernes un portavoz del primer ministro, final humillante para una semana en que no dejó de crecer el ya conocido como "partygate" o escándalo de las fiestas en locales gubernamentales durante el confinamiento. - Ira y dolor - Estas dos fiestas, una de las cuales se celebró en un sótano de la sede gubernamental, se acabaron uniendo en los jardines de la residencia oficial, según el Telegraph, un diario cercano al poder. Una persona fue a un supermercado a comprar botellas de vino que llevó a Downing Street en una maleta, asegura. En ese momento, las reuniones en el interior estaban prohibidas, y solo se permitía a un máximo de seis personas reunirse en exteriores. En un comunicado el viernes, Slack se disculpó "sin reservas por la ira y el dolor causados", diciendo que asumía "toda la responsabilidad". Johnson, de 57 años, no estaba presente. Se encontraba, según un portavoz, en Chequers, la residencia de campo de los jefes de gobierno británicos. Pero estas nuevas revelaciones se suman a la ya larga lista de presuntas fiestas ilegales, que muestran, según testigos citados por los medios, una verdadera cultura del consumo de bebidas alcohólicas en Downing Street.Y la lista no deja de crecer: el viernes por la tarde, la exresponsable del grupo a cargo de elaborar las restricciones anticovid, Kate Josephs, se disculpó también por haber organizado una fiesta de despedida en oficinas del ejecutivo el 17 de diciembre de 2020. - Vacío moral - Muy debilitado en las encuestas, Johnson lucha por conservar las riendas de su partido y del gobierno después de reconocer el miércoles en el Parlamento que asistió a una de estas fiestas durante el confinamiento en mayo de 2020.En su defensa afirmó que pensó que se trataba de un "evento laboral", lo que provocó una mofa generalizada.Varios diputados conservadores, algunos de los cuales fueron fervientes partidarios del primer ministro, se unieron a la oposición para pedir su dimisión. Andrew Bridgen fue el último en presentar una carta ante el comité que gestiona el grupo parlamentario del Partido Conservador, denunciando un "vacío moral en el corazón del gobierno" y pidiendo una moción de censura interna contra su líder. Si se reciben suficientes de estas cartas, el comité tendrá que organizar un nueva primaria para reemplazar a Johnson. Y aunque la mayoría de su gobierno le ha apoyado, uno de los pesos pesados, el ministro de Finanzas Rishi Sunak, considerado posible candidato a primer ministro, se mostró mucho más reservado. Mientras tanto, Johnson y sus ministros repiten una y otra vez que hay que esperar a la publicación de conclusiones, en el mejor de los casos la próxima semana, de una investigación interna sobre las presuntas fiestas ilegales encargada a alta funcionaria Sue Gray. Pero el diario The Times adelantaba el viernes que esta no habría encontrado pruebas suficientes de delitos penales. mpa-acc/js -------------------------------------------------------------  ReportajeIra, decepción y resignación entre los electores de Boris Johnson por el "partygate" Por Charlotte DURAND =(Video)= Uxbridge, Reino Unido, 14 Ene 2022 (AFP) - ¿Volvería a votar por Boris Johnson? "Me lo pensaré dos veces", contestan muchos electores de la circunscripción londinense del primer ministro británico, entre la resignación, la decepción y el enfado por la acumulación de escándalos del controvertido líder conservador."Es arrogante. El hombre no tiene vergüenza. No se puede creer ni una palabra de lo que dice", afirma a la AFP Daniel Hoares, de 67 años, en la salida de la estación de tren de Uxbridge, un suburbio del oeste de Londres. En las elecciones generales de 2019, los 70.000 electores de esta circunscripción votaron en un 52,6% por Johnson, eligiéndolo como su diputado por 7.000 votos de diferencia sobre su oponente laborista. Desde entonces, el ánimo ha cambiado. ¿El motivo del enfado? Un nuevo escándalo que involucra al primer ministro, cuya residencia oficial acogió varias fiestas durante los confinamientos de 2020 contra el coronavirus, mientras los británicos veían sus interacciones sociales impedidas por ley. A pesar de las disculpas ante el Parlamento y la reina -ya que dos de las fiestas se celebraron en la víspera del funeral de su marido Felipe-, a la opinión pública le cuesta seguir tragando. - "Decepcionado pero no sorprendido" - "Es absolutamente repugnante que quien se supone es el líder rompa sus propias reglas", sentencia Keith Kelly. "Es despreciable, una vergüenza para la democracia", agrega este pensionista sin afiliación política. "Uno espera que su diputado esté a la altura de ciertas normas. En ese sentido, estoy decepcionado", pero "no sorprendido", asegura. "Aunque es horrible, la gente esperaba algo así de Boris Johnson porque pone el listón tan bajo que tropieza todo el tiempo", dice. Pero a Kelly no le sorprendería que volviese a ganar en las próximas legislativas, previstas para 2024, porque los electores "se encogen de hombros y simplemente dicen 'bueno, es Boris'". Entre los votantes conservadores, la situación provoca malestar. Algunos, como Rima Zantout, no creen que Johnson "deba ser castigado", e incluso hablan de una "conspiración" para hacerlo caer. "No se puede juzgar a la gente por tan poca cosa", considera esta ama de casa de 56 años. - "No es un drama" - Otros, como John Taylor, no saben qué pensar. Johnson "defraudó a la gente que sufría de covid, que tenía a sus seres queridos en el hospital", dice este octogenario que votó por él en 2019. "Pero por otro lado, está haciendo un trabajo muy difícil y lo está haciendo bien". "Lo que hizo estuvo mal pero tampoco es una tragedia", resume este exbibliotecario, en el cruce de una callejuela histórica con un moderno centro comercial. "Es una decepción para los que confiaban en él", estima Veronika Machu. "Todo el mundo hablaba de ello cuando saltó" el primer escándalo por una fiesta durante el confinamiento a la que poco a poco se han ido sumando muchas otras, hasta una quincena."Y tras la decepción vino la rabia" contra este político "demasiado seguro de sí mismo", que se cree "por encima de todos" y piensa que "nada puede afectarle", añade esta conservadora convencida bajo un frío sol de enero. En opinión de esta empleada en licencia por maternidad, Johnson no dimitirá, "seguirá diciendo que lo siente" y creará una distracción para "barrer rápidamente esto bajo la alfombra". "Me lo pensaré dos veces" antes de volver a votar por él, dice Machu. "Es un líder fuerte, no hay duda de ello. Pero me pregunto si es la persona adecuada para estar en el poder". Taylor cree que el primer ministro debería dimitir, pero dice "no ver a nadie para ocupar su lugar". Ni siquiera el ministro de Finanzas Rishi Sunak o la ministra de Relaciones Exteriores Liz Truss, a la que se está presionando para que suceda a Johnson."Simplemente no tienen las mismas habilidades que Boris", afirma. "Es el mejor, aunque se salga de lo establecido".cdu/acc/js

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