MOSCÚ (AP) — Rusia aumentó el jueves la intensidad de su disputa con Occidente en torno a Ucrania y la expansión de la OTAN cuando un alto diplomático se negó a descartar un despliegue militar a Cuba y Venezuela en caso de que recrudezcan las tensiones con Estados Unidos.
El viceministro del Exterior, Sergei Ryabkov, dijo que “no podía confirmar ni descartar" la posibilidad de que Rusia envíe activos militares a Latinoamérica en caso de que Estados Unidos y sus aliados no pongan fin a sus actividades militares cerca de territorio ruso.
“Todo depende de las acciones de nuestras contrapartes estadounidenses”, manifestó el viceministro en una entrevista con la televisora rusa RTVI, en la que mencionó la advertencia del presidente Vladimir Putin de que Moscú podría tomar “medidas técnicas militares” no especificadas en caso de que Estados Unidos y sus aliados no cumplan con sus demandas.
El asesor de seguridad nacional de Estados Unidos, Jake Sullivan, restó importancia a las declaraciones sobre un posible despliegue ruso en Cuba y Venezuela, y describió la posibilidad como “fanfarronería”.
En Cuba, el comentario del funcionario ruso fue catalogado como una admonición hacia Estados Unidos.
“No hay ninguna amenaza de que esto sea un plan, sino sencillamente es una advertencia para que los norteamericanos se pongan en el lugar de los rusos”, explicó a The Associated Press el exdiplomático y analista de política internacional Carlos Alzugaray.
“Por supuesto esto va a tener implicaciones, ya las redes están calientes. Obviamente la pregunta es qué piensa Cuba de eso, y creo que se va a mantener callada, aun en el caso más probable de que los rusos hayan consultado” a la isla, agregó el experto, quien recordó que las relaciones entre la nación caribeña y Moscú atraviesan un buen momento.
Una solicitud de comentarios por parte de la AP a las autoridades cubanas no fue contestada por el momento.
Ryabkov encabezó la delegación rusa en las pláticas con Estados Unidos el lunes. Las negociaciones en Ginebra y una reunión relacionada de Rusia y la OTAN en Bruselas se llevaron a cabo en respuesta a un incremento en las actividades militares rusas cerca de Ucrania, las cuales Occidente teme que precedan a una invasión.
Rusia, que se anexó la península ucraniana de Crimea en 2014, niega tener planes de atacar al país vecino. El Kremlin reaccionó a las insinuaciones acusando a la OTAN de amenazar su territorio y exigiendo que la alianza militar no integre nunca a Ucrania ni a ninguna de las otras exrepúblicas soviéticas.
Esta misma semana, Washington y sus aliados rechazaron de forma tajante esa demanda y señalaron que no es negociable, pero la OTAN y la delegación rusa acordaron dejar la puerta abierta a nuevas negociaciones sobre el control de armas y otros temas cuyo objetivo es reducir la posibilidad de hostilidades.
En declaraciones a la prensa en Washington, Sullivan dijo que “la unión de la alianza y la solidaridad transatlántica quedaron al descubierto y seguirán así” durante las pláticas de esta semana con Rusia, las cuales describió como “francas y directas”.
“Nos apegamos a nuestra premisa clave de reciprocidad”, dijo Sullivan. “Fuimos firmes en nuestros principios y claros sobre esas áreas en las que podemos progresar y las áreas que no son negociables”.
Sullivan subrayó que no se programaron charlas adicionales, pero “estamos dispuestos a continuar con las labores diplomáticas para promover la seguridad y estabilidad del Europa y el Atlántico”.
“Igualmente estamos preparados si Rusia elige un camino distinto”, añadió. “Seguimos en coordinación intensa con nuestros aliados sobre severas medidas económicas en respuesta a una invasión adicional de Rusia a Ucrania”.
Cuestionado respecto a que Ryabkov dejó abierta la posibilidad de un despliegue militar en Latinoamérica, Sullivan dijo: “No voy a responder a fanfarronerías en la arena pública”.
Dijo que no se tocó el tema durante las negociaciones de esta semana y añadió que “si Rusia quiere tomar ese camino, lidiaríamos con ello de forma decisiva”.
El mes pasado, Ryabkov comparó las tensiones actuales en torno a Ucrania con la Crisis de los Misiles en Cuba en 1962, cuando la Unión Soviética envió misiles a Cuba y Estados Unidos le impuso un bloqueo naval a la isla.
Esa crisis concluyó después de que el presidente estadounidense John F. Kennedy y el líder soviético Nikita Khrushchev acordaron que Moscú retiraría sus misiles a cambio de que Washington se comprometiera a no invadir Cuba y a retirar sus propios misiles de Turquía.
Putin, en un intento de poner fin a la actividad militar de Occidente en Europa Oriental, ha argumentado que la OTAN podría utilizar territorio ucraniano para desplegar misiles capaces de llegar a Moscú en apenas 5 minutos. Advirtió que Rusia podría obtener capacidades militares similares con el despliegue de buques de guerra equipados con el más reciente misil hipersónico Zircon en aguas internacionales.
Poco después de ascender al poder en 2000, Putin ordenó el cierre de una instalación de vigilancia militar de fabricación soviética en Cuba, en un intento por mejorar las relaciones con Washington. En años recientes, Moscú ha intensificado sus comunicaciones con Cuba a medida que aumentan las tensiones con Estados Unidos y sus aliados.
En diciembre de 2018, Rusia desplegó brevemente un par de sus bombarderos Tu-160 con capacidades nucleares a Venezuela, en una muestra de apoyo al presidente Nicolás Maduro ante la presión de Occidente.
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Lee reportó desde Washington.
Los periodistas de The Associated Press Emily Schultheis, en Viena; Lorne Cook, en Bruselas; Edith M. Lederer, en Naciones Unidas; Colleen Long, en Washington; y Andrea Rodríguez, en La Habana, contribuyeron a este despacho.