(Corrige día en el lead. Bien: jueves) Buenos Aires, 13 ene (EFE).- El Gobierno de Argentina cuestionó este jueves que Interpol no detuviera al iraní Mohsen Rezai, uno de los imputados por la Justicia argentina por el atentado de 1994 contra la mutual judía AMIA de Buenos Aires, al llegar a Nicaragua para asistir a la ceremonia de asunción de Daniel Ortega. "Habría que preguntarle a Interpol por qué no sabía que iba a estar ahí o por qué no llevó adelante la detención que tenía que llevar adelante", dijo la portavoz de la presidencia, Gabriela Cerruti, en una rueda de prensa. "Correspondía más a Interpol que a los servicios de inteligencia de Argentina resolver esa situación", respondió la portavoz. Sobre Rezai, actual vicepresidente de Asuntos Económicos de Irán, pesa una alerta roja de Interpol por la responsabilidad en el ataque contra la sede de la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA) el 18 de julio de 1994, que dejó 85 muertos y sigue impune. Tanto la comunidad judía en Argentina como la Justicia responsabilizan del ataque a la AMIA, mayor atentado cometido en suelo argentino, a miembros del Gobierno iraní de ese entonces y del partido libanés Hizbulá, aunque ninguno de esos imputados pudieron ser nunca detenidos. Tanto dirigentes políticos como la comunidad judía en Argentina han levantado la voz por el accionar del embajador argentino en Nicaragua, Daniel Capitanich, y del Gobierno argentino respecto de la presencia de Rezai el lunes pasado durante la asunción de Ortega. El martes pasado, la Cancillería argentina primero expresó "su más enérgica condena" a la presencia de Rezai en el acto de toma de posesión de Ortega y más tarde envió una "nota no verbal de queja" a la Embajada de Nicaragua en la que expresó su “enérgico reclamo” por la presencia del iraní en ese país. Según dijo Cerruti este jueves, Capitanich "no conocía la cara" de Rezai, "no estuvo en la misma habitación" y "no sabía que había sido invitado", sino que "se enteró al día siguiente" por la prensa. EFE vd/rgm/eat