Por Michael Holden y Elizabeth Piper
LONDRES, 12 ene (Reuters) - El primer ministro británico, Boris Johnson, tendrá que luchar el miércoles para defender su cargo después de que se conoció que en su residencia oficial se celebró una reunión durante el primer confinamiento por el coronavirus.
Los legisladores opositores han pedido la dimisión de Johnson y algunos en su propio Partido Conservador han dicho que debería dimitir si se descubre que incumplió las estrictas leyes que su Gobierno implementó para evitar la propagación del virus.
Johnson, que obtuvo una aplastante victoria electoral en 2019 con la promesa de asegurar la salida de Reino Unido de la Unión Europea, se ha negado hasta ahora a decir si asistió a la reunión en Downing Street el 20 de mayo de 2020.
"Su supervivencia está en la balanza en este momento", dijo un legislador conservador de alto rango, hablando bajo condición de anonimato debido a lo delicado de la situación. "Tiene que sacar pecho. Por lo general, creo que si se disculpa se desactivará la cuestión. No puede quedar en el aire".
El primer ministro y su pareja, Carrie, compartieron con unos 40 empleados en el jardín de Downing Street después de que su secretario privado principal, Martin Reynolds, envió una invitación por correo electrónico utilizando el pronombre "nosotros", informó ITV News.
El portavoz de Johnson se ha negado en repetidas ocasiones a comentar los detalles del reporte.
Cuando Johnson responda a las preguntas del Parlamento el miércoles a las 1200 GMT, los legisladores sólo querrán una respuesta: ¿estuvo o no en la fiesta?
Los periódicos, incluidos los que suelen simpatizar con Johnson, advirtieron que, a menos que resuelva la cuestión, su posición podría volverse insostenible. En su portada, el Daily Mail planteaba la pregunta que muchos comentaristas se hacían tras el reciente escándalo: "¿Se acabó la fiesta para el primer ministro?".
(Editado en español por Carlos Serrano)